Este 2020 ha dejado en la provincia de Zamora dos trágicos incendios con tan solo veinte días de diferencia. El 15 de agosto se originaba en Lober de Aliste el gran incendio forestal del verano en Castilla y León, que afectó a pueblos de las comarcas de Aliste y Tierra de Alba, una zona donde no recordaban un fuego de esta magnitud ni que hubiera tenido a los pueblos contra las cuerdas.

Domez y Vegalatrave fueron las localidades más dañadas, con terrenos abrasados por las llamas, en total 1.934,44 hectáreas, pero también explotaciones como la de la familia Rey, que se dedica a la ganadería en Vegalatrave.

El incendio, que alcanzó el nivel 2 de peligrosidad, se originó en plena ola de calor y con viento. 525 personas trabajaron durante todo el operativo y cientos de vecinos colaboraron en las labores de extinción.

Los ganaderos fueron los más afectados por el incendio, ya que supuso la pérdida del alimento para el ganado, tanto el que tenían almacenado como el de las tierras y pastos.

Pero con el fuego más importante del verano llegó también la solidaridad. Ganaderos de Domez y Vegalatrave, las dos localidades más afectadas, recibieron un millón de kilos de paja y forraje que fueron donados por profesionales del sector y cooperativas.

La iniciativa contó con la colaboración de la Diputación de Zamora, que abonó los portes del traslado.

Voluntarios ayudaron a la familia Rey a levantar la pared de la perrera que se había quemado en la explotación afectada.

Veintitrés días después de que se originara ell gran incendio forestal, el fuego en las instalaciones de la cooperativa Cobadu ponía en alarma a toda la provincia.

Las llamas quemaron seis naves de almacenamiento, materia prima y maquinaria de trabajo, pero no afectaron a las instalaciones estratégicas de la primera empresa de la provincia, la primera cooperativa agroalimentaria de Castilla y León en nivel de facturación y una de las más importantes de España.

Los bomberos del Parque de Zamora y trabajadores de Cobadu lucharon durante toda la noche del fatídico 6 de septiembre y las labores continuaron durante días para sacar la materia prima de las naves afectadas.

Otro grave siniestro fue el choque en junio del tren Alvia en La Hiniesta, con el fallecimiento de un maquinista y del conductor cuyo vehículo cayó a la vida.