Vuelve la amenaza de las movilizaciones en el campo

El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, prevé movilizaciones del sector en Castilla y León a principios de primavera, porque “nunca había perdido tanto el campo y había estado en unas condiciones tan complicadas”, por lo que es necesario “salvarlo”, ya sea en los “despachos o en la calle”, añadió.

Dujo realizó estas declaraciones durante un análisis de previsiones ante 2024, donde detalló que Castilla y León es la autonomía mayoritaria en muchos ámbitos del sector, al representar el 40 por ciento en cereales, el 75 por ciento en remolacha, el 50 por ciento en patata o el 25 por ciento en vacuno. “Cuando las cosas están mal, hay pérdidas y no se ven visos de futuro, el que más tiene es el que sale más perjudicado, como ocurre, en este caso, con Castilla y León”.

Aseguró que habrá que movilizarse, en unidad de acción, para cambiar la situación y que los “costes sean asumibles, que el precio de los productos valga y lograr una PAC profesional y productiva; y que las medidas fiscales sean favorables”.

Por ello, Asaja, como organización mayoritaria en la Comunidad, intentará por “todos los medios” consensuar con el resto de opas las políticas para defender al campo, tanto en los despachos y reuniones como en las calles. “Si hay que movilizarse y habrá que hacerlo, se intentará hacer en unidad de acción”, recalcó Dujo, quien avanzó que, desde Castilla y León, se promoverá a nivel nacional la movilización del campo español.

De cara a 2024

Donaciano Dujo destacó que Castilla y León necesita avanzar en la mejora de las infraestructuras para conseguir “mayor producción y menos gastos”, por lo que se seguirá “peleando” por aumentar la capacidad de embalse de agua y por la modernización de los regadíos existentes y habilitar la recarga de los acuíferos. En secano, es necesaria la reconcentración de todo el terreno agrícola de Castilla y León para trabajare en mejores condiciones, puntualizó.

Además, se “luchará” para que no haya un descenso de los productos agrarios, especialmente, en la primavera, donde las industrias lácteas “son muy dadas a bajar el precio de la leche a los ganaderos”, aunque se haya bajado en vacuno unas 33.000 cabezas y otras 140.000 en ovino en 2023, quien señaló que estas disminuciones en el censo escenifican la “poca rentabilidad, dado que las industrias y aquellos que compran los productos pagan poco para su enriquecimiento”, criticó.

También se buscará que los precios de cereal aumenten de cara a la campaña siguiente y para que los costes de producción bajen, porque “no puede ser que el cereal esté hoy como en 2021, pero los fertilizantes y demás estén un 50 por ciento más caro”.

Dujo puso importancia en la celebración de elecciones europeas el próximo 9 de junio, las cuales son una “cita muy importante y clave para el campo”, dado que este nuevo Parlamento y comisarios tendrían que trazar una nueva PAC. “Es un momento crucial, puesto que se puede reconducir el mal camino por el que hasta ahor anos ha estado llevando Bruselas, restando potencial productivo tanto a España como a Europa, abocando a nuestro continente a importar alimentos de terceros países”, afirmaron desde Asaja.

De igual modo, lamentó que los seguros agrarios sean cada vez “más ineficaces” ante un momento en el que son “más necesario”, ya que son “más caros y tienen menos coberturas”, además de rechazar el uso de terrenos de cultivo productivos para la construcción de macroparques fotovoltaicos.

Gasóleo

Desde Asaja trasladaron que el Gobierno de España ha suprimido la bonificación al gasóleo agrícola a partir del 1 de enero de 2024. Estas ayudas se activaron con motivo del conflicto de Ucrania y para paliar los efectos de la sequía, el 1 de abril de 2022,v eran de 20 céntimos por litro de gasóleo hasta junio de 2023 y tras la prórroga del pasado mes de junio descendieron a 10 céntimos/litro en el tercer trimestre de 2023 y 5 céntimos/litro en el último trimestre de 2023.

Exigieron que no se suprima esta bonificación, puesto que la situación de incertidumbre se mantiene a nivel internacional con la prolongación de la guerra en Ucrania y Rusia a lo que se añade un nuevo conflicto entre Israel y Gaza, a lo que se añaden los persistentes efectos de la sequía.

Pero no sólo se suprime esta bonificación, sino que se está estudiando la posibilidad de que se eliminen todos los subsidios al consumo del gasóleo B, el agrícola, tras el acuerdo de la COP28 de Dubái, que incluye acabar progresivamente con estos apoyos a los combustibles fósiles, comentaron.

Y es que, en la actualidad no existe una alternativa eléctrica para la maquinaria agrícolarecortar los apoyos solo encarecería aún más los costes de producción, lo que se traduciría “en alimentos más caros y en el cierre de unas explotaciones que ya llevan dos años castigadas por la sequía, con unos insumos carísimos y sin precios rentables”. Esto último, trasladaría las producciones a otros países, donde se seguiría consumiendo gasóleo en sus campos, a lo que se sumaría el mayor gasto en combustibles para importar esos cultivos, añadieron.