Al grano

Nadie se muere la víspera

Urge que Zamora se beneficie directamente de la generación de energía

Desembalse presa de Villalcampo

Desembalse presa de Villalcampo / José Luis Fernández

Celedonio Pérez

Celedonio Pérez

Nadie se muere la víspera. Zamora nació antes de la cuenta, antes de que se inventaran los nudos de comunicación y de progreso, antes de las líneas rectas de interconexión entre ciudades y territorios, y quedó fuera de la partida. Los dos últimos siglos han impulsado un nuevo modelo de desarrollo que ningunea al sector primario y desde antes de mediados del veinte el crecimiento ligado a la reivindicación política y a las prebendas institucionales tampoco pasó por Zamora. Una estocada pescuecera a traición tiene ahora hecha unos zorros a esta provincia que se desangra por la brecha de la despoblación.

Pero como nadie se muere la víspera, Zamora tiene un margen para patear, el que se le concede a los moribundos. Y es ahí, en el tiempo de las verdades del barquero, cuando se puede hallar la redención, si es que quedan ganas de vivir. No está todo perdido cuando se cree en los milagros. Fuga de talentos, sí: los jóvenes rechazan las promesas de mentirosos; pero esta provincia tiene esqueleto y eso nadie se lo puede robar. Tiene territorio, tan variado como rico y eso, ahora, con el cambio de modelo energético, es un diamante en bruto.

El peligro de Zamora es la dispersión, que se ponga a intentar tapar todas las heridas a la vez, porque eso es imposible: no se puede taponar un espadazo con una tirita. Hay que ir por partes. Y lo que toca en este tiempo es centrarse en la cuestión energética, en aprovechar que la energía que genera sirva para revertir o, al menos, frenar, el proceso de desmantelamiento que sufre.

El próximo mes de octubre se extingue la concesión del Estado a Iberdrola de la explotación de la central hidroeléctrica de Villalcampo de 206 megavatios. Ahí tiene que estar la provincia, exigiendo beneficios en el nuevo contrato que sirvan para incentivar el desarrollo. Y tiene que estar toda la provincia, no solo la Asociación de Entidades Locales Afectadas por Centrales y Embalses de Producción Eléctrica. El posicionamiento ha de ser claro y desde ya. Y lo tienen que asumir los partidos políticos, que den la cara de una santa vez y no solo para afear lo que hace el contrario.

Recientemente hubo un encuentro entre el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Aparentemente hubo buena sintonía y los dos se mostraron a favor de dar un giro y propiciar beneficios especiales a las zonas generadoras de energía renovable y convencional. A ver si es verdad. Sería la solución para que Zamora no se muera la víspera.

Suscríbete para seguir leyendo