Los funcionarios de la Diputación han comenzado a materializar su anuncio de protagonizar medidas «gordas» para expresar su descontento. Entienden que es «injusto» que no se cumpla la tercera de las patas del acuerdo que los trabajadores de la institución firmaron con su responsable político, el presidente Fernando Martínez Maíllo. De ahí que se planteen la creación de una agrupación de funcionarios que se presente a las próximas elecciones municipales, «no para obtener más o menos concejales o tener representación, sino para restar a aquel partido político que no cumple», advierten, en referencia al Partido Popular.

De esta forma, la junta de personal ha convocado una reunión para el próximo día once de enero, en la que estudiarán la fórmula jurídica que tendría esa asociación de funcionarios y las posibles repercusiones. «Se trata de restar votos y conseguirlos para nuestra formación y así defender mejor nuestros intereses», explica Jesús Sandín, jefe de la Junta de Personal.

Los trabajadores han pensado ya en la fuerza que pueden tener con esta opción, ya que se trata de casi medio millar de empleados, además de sus familias. «Ya sabemos que cada uno puede votar lo que quiera, pero aquí se trata de defender los derechos de los funcionarios de puertas para adentro, no de una opción política personal», argumenta Jesús Sandín. La junta de personal recuerda que en el año 2008 «la institución y los trabajadores decidimos acordar que se equipararan los sueldos, ya que estaban un 20% por debajo al del resto de funcionarios, como por ejemplo, los del Ayuntamiento de Zamora». En aquel momento, «para que no fuera tan dañino para la Diputación, decidimos aplazarlo a tres anualidades, pero los responsables no quieren cumplir la tercera», explican.

Así, la junta de personal dice que las versiones sobre si se puede o no realizar la subida pese a la prohibición del Gobierno en sus próximos Presupuestos Generales son incompatibles. Por lo tanto, «o los trabajadores o los responsables políticos mienten, y yo digo que nosotros no hemos dicho ninguna mentira», añade Sandín, expresando el enfado de los funcionarios.