El Ayuntamiento, a petición de la organización agraria Asaja, solicitará en próximos días a la Junta de Castilla y León autorización para la quema de rastrojos en las cunetas de los caminos rurales del término municipal, como medida preventiva para evitar que los "focos" de topillos detectados puedan llegar a convertirse en una plaga como en otras comarcas de la provincia. El presidente provincial de Asaja, Antonio Medina, ha trasladado al alcalde, Tomás del Bien, las quejas de agricultores de la zona por la creciente presencia de topillos en el término municipal y que una posible solución para erradicar este problema es que el Ayuntamiento solicite quemas controladas antes de que los roedores puedan expandirse y su presencia sea cada vez mayor.

En este punto, Medina remarcó que aunque la Junta de Castilla y León no ha declarado la existencia de una plaga de topillo campesino en la comarca de Toro y si en otras zonas como Campos-Pan, sería necesario adoptar medidas preventivas como solicitar la quema de rastrojos. Remarcó el presidente provincial de Asaja que sería preciso realizar esta solicitud en la mayor brevedad posible porque, a partir del mes de abril, las administraciones "ponen más problemas" para realizar estas quemas controladas de rastrojos. En cuanto a la presencia de roedores en el término municipal, Medina reiteró que existen "focos" y que, el alcalde reconoció durante el encuentro mantenido recientemente, que ha recibido quejas de vecinos que residen en barrios periféricos de Toro en los que han detectado la presencia de topillos. Para Medina es imprescindible "atajar" el problema cuanto antes, para que no se extienda la presencia de roedores a otras zonas.

A primeros de mes, la Junta de Castilla y León declaró oficialmente que siete comarcas de la Comunidad Autónoma estaban afectadas por una plaga de topillos y anunció la adopción de medidas excepcionales para controlar el repunte de roedores en la época de invierno y para evitar que, en los próximos meses, la citada plaga no se extienda a otras comarcas. Entre otras medidas, el Gobierno regional autorizó una serie de medidas fitosanitarias como el arado profundo en las parcelas, la quema de rastrojos, la utilización de sistemas de trampeo, el control biológico de la plaga o el uso de productos rodenticidas.