Toro: Ecce Homo, Rey de la Gloria

El Cristo atado a la columna parte por primera vez en un traslado desde San Julián deslucido por la lluvia

"Portones, alzad los dinteles. Va a entrar el Rey de la Gloria". Y los portones de la iglesia de Santa Catalina se abrieron de nuevo en la noche de Martes Santo tras recibir la llamada.

El Ecce Homo ha vuelto a la casa donde siempre lo esperan los cofrades de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla. Ese hogar nazareno que todos los años lo recibe con los brazos abiertos, máxime, porque Él es el único testigo anterior al fatídico incendio de 1957, del que se salvó por estar en el monasterio de Santa Clara.

Jesús del Perdón, ante la fachada de la iglesia de San Julián. | C. T.

Jesús del Perdón, ante la fachada de la iglesia de San Julián. | C. T. / Carmen Toro

Con su fajín morado, su espalda flagelada y la corona de espinas que le colocaron, el Cristo atado a la columna ha vuelto a andar el camino que lo separa de la iglesia de Roncesvalles, de donde saldrá en la procesión en la madrugada de Viernes Santo.

Ecce Homo, Rey de la Gloria

Ecce Homo, Rey de la Gloria / Carmen Toro

Aunque, esta vez, ha estado deslucido por la lluvia, que dio una tregua al Ecce Homo de las Claras que, por primeraz vez, no partía desde su lugar en el Monasterio, sino desde la iglesia de San Julián, donde ahora está expuesto al culto diario que no podía recibir en la soledad de la clausura.

A este Jesús hombre de pelo al viento lo han acompañado en su traslado el Jesús del Perdón de Ricardo Flecha, ataviado con la antigua túnica que vestía el Jesús Nazareno que desapareció entre las llamas, y la Cruz desnuda, además de numerosos nazarenos de túnica morada o negra que han participado en la procesión que ha recorrido el camino corto hasta la sede de la cofradía de Jesús Nazareno.

Ahora sí, allí ya están todos lo que son y los que estarán protagonizando la madrugada toresana más esperada.

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