La Liga española jamás podrá ser competitiva. De los veinte clubes de Primera hay dieciocho condenados a la comparsería. Real Madrid y Barcelona son dos de los tres clubes más ricos del mundo y ello se traducirá siempre en potencial deportivo. Son el símbolo de la Liga que mejor paga a sus futbolistas y mayores pérdidas anuales presenta. Es la imagen opuesta a la de Alemania cuya Bundesliga no otorga salarios tan elevados y acaba las campañas con beneficios en todos los clubes. En España, la mayoría están arruinados.

España, que se va a comparar futbolísticamente con Alemania, presenta enorme desigualdad económica con respecto a esta, potencia a la que se enfrenta con sus clubes más representativos en las semifinales de Liga de Campeones. La riqueza de los dos grandes clubes españoles no tiene parangón con la de otros países por la diferencia que existe entre ambos y el resto. Madrid y Barça se enfrentan a dos clubes alemanes y el Bayern, de economía muy estimable, está muy lejos de tener valoración mercantil de los nuestros. El club muniqués es el quinto del mundo. El Madrid está valorado en 2.531 millones de euros y el Bayern en 1.005. Su crecimiento con respecto al año pasado ha sido de 58 millones. El Borussia ni se acerca a tales cifras y sin embargo, puede presumir de ser el club que mayor número de aficionados congrega cada partido en su estadio. Tiene una tribuna para 26.000 espectadores y el precio medio es de quince euros. Los clubes alemanes se garantizan la mayor asistencia de espectadores del continente. La media de la pasada temporada en España fue de 28.478, Inglaterra sumó 35.592 y Alemania 41.904.

Los números con respecto a Alemania son bien distintos. Ribery y Schwensteiger son los dos jugadores mejor pagados del Bayern. Perciben 10 millones de euros anuales. Los mismos que Kaká en el Madrid, pero menos que los 13, de Cristiano y bastante menos que los de Messi que ingresa 16. La gran estrella del Borussia Gotze, cobra 4,5 millones de euros anuales. Los contratos españoles son más generosos y en casi todos los casos contienen la anomalía de que son dineros libres de impuestos. La plantilla del Bayern cuesta 112 millones anuales y entre Madrid y Barça suman 475. La gestión de los clubes germanos permitió que en la pasada temporada tuvieran superávit de 2.000 millones. España perdió 750. Alemania tuvo mejora económica del 24 por ciento en el año anterior. La economía está basada en ingresos por taquilla, patrocinios y transmisiones televisivas. Con ese presupuesto de partida se garantizan 1.700 millones de beneficios. La Bundesliga percibirá 2.500 millones de euros de contrato televisivo hasta 2017. Su contrato colectivo ha mejorado en mil millones con respecto al anterior.

El Borussia, que este año está a gran distancia del líder de la Bundesliga, el Bayern, en los dos años anteriores le mojó la oreja. En 2005, entró en bancarrota y sus acciones, que cotizan en Bolsa, bajaron un ochenta por ciento. Estuvo a punto de descender y sus salarios se redujeron el veinte por ciento. Se recuperó gracias a la política de cantera de su director deportivo, Hans Joachim Watze, que optó por ella. En este aspecto ha querido ser en Alemania el ejemplo del Barça y lo ha conseguido. Fichó a Hummels y Subotic por diez millones cuando tenían diecinueve años. Con 34 millones de presupuesto hizo un equipo con media de edad de 22,3. Su entrenador, Klopp, no quiere estrellas y el club acabó por cambiar el nombre del estadio, Westfalenstadion por el de Signal Idum Park, nombre de una empresa local de seguros. Su afición es la más fiel de Europa, tras la del Barcelona, puesto que acuden a sus gradas una media de 79.000 espectadores por partido. En España, entre el jugador mejor pagado y el peor existe la diferencia del 22,81 por ciento. En Alemania es del 4,28.

La diferencia fundamental entre el fútbol alemán y el español está en la cuenta de resultados. Los germanos gastan el cincuenta por centro de lo que ingresan. Por lo que respecta a la comparación entre los dos semifinalistas españoles y los dos alemanes, existe la mejor administración de sus ingresos y al frente de los mismos figuran jugadores que fueron estrella de los equipos.

La potencia económica de nuestros dos grandes clubes les permite acudir a los mercados futbolísticos con cierta ventaja sobre otros. Cada vez que se plantea una subasta, el club poseedor de los derechos profesionales del jugador y los intermediarios de turno acaban aconsejando la necesidad de fichar por uno de los españoles. Entre otras razones, porque hay garantía de cobro.

Con el decreciente patrocinio para varias camisetas de Primera, y el reparto desproporcionado que existe en los derechos televisivos, es impensable, salvo milagro, que pueda haber una Liga española en que exista competencia por el primer puesto. Los dos podrán fichar las grandes estrellas del mercado. El Bayern, club que más dinero percibe de la televisión, 28,1 ingresa 14,8 millones más que el peor pagado. En España, Madrid y Barça, cobran 140 y entre ellos y Osasuna, pongamos por caso, hay diferencia de 127 millones.

La Bundesliga tiene una nota sociológica muy curiosa. Solamente cuenta con un club de la denominada Alemania del Este, el Greuther Furth y va a descender. Pese a que el dominio del Bayern ha existido siempre, han sido campeones, después de la Guerra Mundial, más de veinte clubes. En España seguimos anclados en nueve y algunos de ellos lo han sido en una sola ocasión. Y el futuro tiene las cartas marcadas.

En Alemania todavía el espectador es la base de su economía.