Discos de la semana

Lou Reed, un culto vivo y emocionante 10 años después

El repertorio del legendario músico neoyorquino inspira un sustancioso álbum de homenaje en el que Keith Richards lleva a su terreno 'I’m waiting for the man', junto a otras adaptaciones por parte de artistas como Rufus Wainwright, Lucinda Williams o Rickie Lee Jones

Los nuevos elepés de Diamante Negro, Anari y Kamasi Washington, también reseñados

Lou Reed, en una imagen de archivo.

Lou Reed, en una imagen de archivo. / EFE

Jordi Bianciotto, Rafael Tapounet, Roger Roca

'The power of the heart: A tribute to Lou Reed'

Varios

Light In The Attic

Rock

★★★★

Lou Reed nos dejó hace ya algo más de 10 años (el 27 de octubre de 2013) y su estela sigue motivando a artistas de distintos ámbitos y generaciones. Tal vez no tanto como en los años 80 o 90, cuando el rock ocupaba un espacio más céntrico y las nuevas corrientes se postraban ante la leyenda ‘velvet’, pero a su mausoleo no le faltan los visitantes. Ahí está la docena de voces que desfilan por este ‘tribute album’ coordinado por el productor Bill Bentley, que fue su amigo y publicista y que ha firmado discos en memoria de Roky Erickson, Skip Spence y Doug Sahm.

Ya sabemos que ninguna de estas versiones suplantará jamás a los originales, pero dan a esas canciones una especie de extensión vital en formas cambiantes, encajando las partituras originales con el talante de cada uno de los implicados. Adaptaciones que, una a una, encierran un mundo, como ese ‘I’m waiting for the man’ en el que vislumbramos a Keith Richards cantando a los 80, con su narrativa voz raposa, a su yo de otro tiempo, esperando su dosis en una esquina de Harlem.

Canciones reivindicadas

Entre los veteranos de este elenco hay registros particularmente suculentos, como el de Rickie Lee Jones en un ‘Walk on the wild side’ que mira a Nueva Orleans en una atmósfera sostenida por el piano y la percusión. La serenidad acogedora de Mary Gauthier en ‘Coney Island baby’ y el tenue ‘groove’ con metales jazz-funk en el que bucea Bobby Rush en ‘Sally can’t dance’. Y la cavilación en torno al romanticismo que Lucinda Williams hace suya en ‘Legendary hearts’. También de esa época, los 80, resurge la rocanrolera ‘I love you, Suzanne’, una canción que en su día hizo posible ver a Lou Reed marcándose, por amor, un audaz bailoteo en el video correspondiente (hay que ver lo que llegaron a hacer el ganso en aquel tiempo algunos mitos muy serios del rock), y que aquí The Afghan Whigs convierten en artefacto sentido (y un poco espeso).

También está ‘Perfect day’, con un Rufus Wainwright exquisito, pero se trata de una selección que no atiende al ‘grandes éxitos’ y que pone luz en piezas generalmente poco citadas. Ya está bien. Ninguna de ‘New York’ (1989), pero sí una, la espectral ‘Magician’, de su también álgido sucesor, ‘Magic and loss’ (1992), delicadamente revisada por Rosanne Cash.

En ‘I’m so free’, Joan Jett refresca su vocación glam-rock, y las generaciones más jóvenes se manifiestan a través de Angel Olsen y Maxim Ludwig en un impetuoso ‘I can’t stand it’, el asalto de Automatic a ‘New sensations’, con fondo de funk robótico, y la mayor rareza de todas, ‘The power of the heart’, pieza que Reed no llegó a publicar (la grabó Peter Gabriel), aquí en la voz de Brogan Bentley, hijo del productor. Punto final de un homenaje que el mundo no necesitaba, pero que puede ser paladeado por los admiradores del poeta del rock. Jordi Bianciotto

Otros discos de la semana

'La náusea'

Diamante Negro

Autoeditado

Punk-pop

★★★★

Mezclando sin prejuicios el pop de guitarras con puntería melódica, la furia existencialista del punk y el ruido despeinado del rock indie noventero, el trío barcelonés despacha en media hora 13 viñetas generacionales que abordan, con una eficaz combinación de sarcasmo y ternura, la complejidad de las relaciones sentimentales en un presente marcado por la precariedad laboral y la falta de expectativas. 'Olvídate de mí', en colaboración con los Alavedra, es un 'hit' inapelable. Rafael Tapounet

'Giza zarata'

Anari

Trusturaren Industria

Rock-canción

★★★★

Cada disco de la guipuzcoana Ana Rita Alberdi es un acontecimiento, y este, el séptimo, rearma vínculos con su alusión al 'silencio humano' (cita a Raymond Carver) a través de un cancionero que destapa tramas anímicas latentes y poderosas. Canciones, ahora con una producción de Joaquín Pascual (Surfin’ Bichos) y Paco Loco, que transmiten una mezcla de sigilo y crudeza, con guitarras graves y 'tempos' hondos, liberando antiguas cargas emocionales y sacudiéndote por dentro. J. B.

'Fearless Movement'

Kamasi Washington

Young

Jazz

★★★★

El saxofonista que trajo de vuelta la inmensidad a la primera línea del jazz -discos de tres horas, cuerdas, crescendos que no acaban nunca- amplía horizontes. En 'Fearless Movement' hay voces de otros ámbitos: raperos, la leyenda del funk George Clinton, el icono del hip hop André 3000, ahora flautista. Son movimientos nuevos y valientes, sí, pero lo que más cala en 'Fearless Movement' son los enormes lienzos instrumentales del final del disco, de una escala que parece a la vez cósmica y profundamente humana, que crecen y crecen hasta el infinito, con la intensidad de la música religiosa: su visión de 'Prologue' de Piazzolla, cierre a esta hora y media de música, es como para volverse creyente de lo que sea. Roger Roca