Con la Procesión de La Pasión, Fuentesaúco entró ayer de lleno en la celebración de la Semana Santa. Tras la emblemática recuperación de la Cofradía de los Dolores, el pasado viernes, en la tarde de ayer se vivió uno de los momentos estelares con la primera salida de los Nazarenos con sus pesadas cruces y el desfile de valiosas tallas artísticas que forman parte del patrimonio religioso saucano.

Finalizada la Misa de la Cena del Señor en la iglesia de San Juan, comenzó la Procesión de la Pasión con la participación de tres cofradías: la de Jesús Nazareno, el Ecce Homo y Nuestra Madre de los Dolores. La Cruz parroquial, portada por un nazareno, abrió el desfile de los pasos de la Oración en el Huerto, Jesús atado a la columna y la Cruz parroquial de San Juan Bautista, portada por un cofrade del Ecce Homo.

La Cofradía del Ecce Homo, con túnica blanca y capirote azul, acompañó a la imagen titular, una bella talla de la escuela granadina del siglo XVII. Y con la Hermandad de Jesús Nazareno salió el paso de Jesús cargando con la cruz. El Cristo de la Zarza y la hermosísima talla de la Virgen de los Dolores, del escultor Juan de Montejo, arropada por su propia Cofradía, ganando en realce, solemnidad y en protagonismo.

Cientos de saucanos acompañaron el paso de las imágenes y cofrades en una tarde de verano, muy calurosa y también muy esperada después de tres años sucesivamente sin poder disfrutar del esplendor del Jueves Santo por las inclemencias del tiempo. La Semana Santa reúne cada año a muchos hijos de Fuentesaúco en una fiesta equiparable a La Visitación.