La burbuja de querer vivir en el campo de Zamora se pincha y el interés cae a nivel prepandemia

La oferta de casas en venta en los pueblos se reduce en la provincia de Zamora de un 27,7% en 2020 a un 13,5% en tan solo cuatro años

Viviendas en Venialbo desde la perspectiva del puente. | Archivo

Viviendas en Venialbo desde la perspectiva del puente. | Archivo / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

El confinamiento y las limitaciones a la movilidad que se impusieron en 2020 despertó en muchas familias el deseo de poder disfrutar de una casa en el medio rural, alejados de las ciudades, donde las restricciones se hicieran más soportables. Y aquello tuvo su reflejo en los portales inmobiliarios, que comenzaron a ver cómo la oferta de vivienda en los pueblos aumentaba. Una realidad que, cuatro años después, se ha desinflado, regresando a datos prepandemia de búsqueda de casa en el pueblo.

Zamora no es una excepción y, según el portal Idealista, se ha pasado de una oferta de vivienda rural del 27,7% del total de ofertas en el primer trimestre de 2020 a un 13,5% en el último trimestre del pasado año, lo que corrobora esa bajada del interés del comprador.

En las provincias más despobladas

Es, precisamente, en las provincias más despobladas donde este fenómeno más se ha notado. Por ejemplo, en Cuenca, el 46,8% de todos los contactos de la provincia llegaron a ser sobre pequeños municipios y ahora mismo solo supone el 29%. Le sigue Teruel —que ha pasado del 48,8% al 35,9%—, Huesca, con un 12,9% menos, Huelva, que baja hasta un 27,4%, o Cáceres, que llegó a registrar un 27,8% y ahora está en el 17,3%.

Cartel de «Se vende» en una casa vacía. | E. P.

Cartel de «Se vende» en una casa vacía. / E. P.

El interés de las familias por vivir en estas zonas parece haber retrocedido hasta niveles prepandemia, ya que en casi todas las provincias el peso de los contactos de menos de 5.000 habitantes era superior al actual en los meses previos al inicio de los confinamientos. Por otra parte, la configuración geográfica y poblacional de cada provincia provoca que haya mayor volumen de municipios de menos de 5.000 habitantes y que el peso de los contactos sea más elevado, como en Ávila o Segovia.

Aun así, hay cuatro provincias donde el interés por las viviendas en pueblos pequeños ha crecido. Se trata de Pontevedra, Valencia, Málaga y Barcelona, aunque en estos tres últimos casos, "es posible que los elevados precios alcanzados en las zonas más pobladas estén arrastrando el interés de zonas más pequeñas y con precios más bajos", justifican fuentes del portal Idealista.

Mayores dimensiones, menor precio y jardín

Francisco Iñareta, el portavoz del portal Idealista, donde se han ofrecido estos datos, considera que "el supuesto éxodo al mundo rural de la época de la pandemia realmente nunca llegó a producirse, pero sí aumentó de forma significativa el interés particular por establecer el domicilio en zonas alejadas del entorno urbano, ya que ofrecían a menor precio viviendas de mayores dimensiones, con acceso a jardines o incluso huertos con los que escapar de la dureza de los procesos de confinamiento y desescalada", describe.

A esto, según Iñareta, hay que añadir la sensación de que el teletrabajo "podía convertirse en una solución mayoritaria que podría permitir alejarse de los grandes centros de trabajo sin bajar el rendimiento", resume. Pero con el tiempo se ha descubierto que, una vez superados todos los baches de la pandemia, "las familias han vuelto a poner el foco en el entorno urbano, sacrificando esos metros cuadrados extra o las parcelas a cambio de contar con mejores servicios", compara. "Además, el modelo de teletrabajo híbrido, que nos impide alejarnos de forma permanente de las oficinas, ha sido determinante para que familias que habían optado por huir al campo hayan tenido que volver a sus ciudades", añade.

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