Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA: Un itinerario musical que recorre el corazón

Sara Pérez Tamames se apoya en los sonidos de la Semana Santa para pregonar su amor por la Pasión

A la izquierda, Sara Pérez Tamames, pregonera del Club, junto a Carmen Ferreras.

A la izquierda, Sara Pérez Tamames, pregonera del Club, junto a Carmen Ferreras. / ANA BURRIEZA

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Todo un honor, realizado "con humildad y prudencia". Así arrancaron las primera palabras del pregón de Semana Santa del Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA de Sara Pérez Tamames, una joven zamorana enamorada de la Pasión y de la música que se convierte en banda sonora cada año. "En Zamora el corazón nos late a ritmo de tambor destemplado", comparó.

"Cofrades por la Gracia de Dios" denominó a los zamoranos, una seña de identidad "que se siente desde el instante primero en el que la retina refleja la Cruz y la palabra conjuga su verbo. Aquí inventamos procesiones desde la inocencia de la infancia hasta que el alma vuela a los balcones del cielo. Bien lo sabe esta tierra, que desde la cuna aprende que mañana serán mortaja los hábitos que hoy a su cintura prenden. Y es que en Zamora entendemos que la vida tiene mucho más sentido con las calles llenas de procesiones, con los enseres preparados y el corazón dispuesto, desbordado de amor".

Movida por el amor

Y es que el amor es el motor que mueve a la Semana Santa zamorana, "hasta la ciudad la lleva en su nombre", señaló, destacando que ella misma se siente "profundamente zamorana, adoro esta ciudad y asumo toda su verdad, incluso esa que a veces también duele", reconoció.

Un itinerario musical que recorre el corazón

Un itinerario musical que recorre el corazón / B. Blanco García

El pregón fue desgranando una a una las procesiones que arrancan este mismo Viernes de Dolores, parándose en el Domingo de Ramos —"la primera procesión en la que se fragua nuestra experiencia vital"— para reivindicar el valor de las nuevas generaciones para mantener viva la Semana Santa. "Dejemos que nuestros pequeños lo aprendan, dejemos que pasen a la primera fila para ver las procesiones, que sientan el calor de las teas y la estameña", animó. Y todo para que "lo graben en su retina, no lo olviden de su mente, atesoren su corazón los recuerdos de este tiempo y de esta hora, que aprendan que la Semana Santa es el alma de Zamora, que mañana serán ellos quienes escriban nuestra historia".

Recuerdos de infancia

Ella misma hizo un repaso de sus propios recuerdos de infancia "de calles repletas de gente, de pipas y esperas, de almendras garrapiñadas y sopas de ajo al amanecer del Viernes Santo. Mis recuerdos están repletos de aromas, sabores, plazas. Así he crecido, mecida en las raíces de esta bendita tradición", indicó.

Destacó también que estos días de Pasión "llenan de amor las calles y el corazón, porque en Zamora la gente vuelve a casa por Semana Santa, es como una llamada del alma". Cofrade de La Esperanza y Jesús Nazareno, "pertenecer a una cofradía no se reduce a un solo día, ni a salir en una procesión, es algo que nos acompaña en la vida", subrayó, asegurando que "dos estrellas en el cielo marcan el itinerario de mi corazón, la Soledad y la Esperanza, dueñas del sentir que llevo tallado al otro lado de la piel", agradecida a su propia madre por enseñar a quererlas. "Ella es el espejo en el que mirarme, mi inagotable fuente de inspiración", agradeció.

Un itinerario musical que recorre el corazón

Un itinerario musical que recorre el corazón / B. Blanco García

Confesó que fue en Semana Santa cuando se enamoró. Y lo hizo de la música. "En mi galería de recuerdos no hay un solo resquicio por el que no se hayan colado los acordes y las partituras. Crecí escuchando marchas, esa era y sigue siendo la melodía de mi vida".

Acompañar con música

Ese amor por las bandas y las marchas ha ido creciendo con el tiempo, llegando a ser parte activa de ellas, puesto que con la Banda de Música de Zamora pasó ayer entre atriles y partituras, "tantas procesiones con los pies cansados, pero el corazón lleno de felicidad. No hay mayor honor que mecer la cadencia de los pasos y vestirlos de acordes", afirmó.

Un itinerario musical que recorre el corazón

Un itinerario musical que recorre el corazón / B. Blanco García

Los últimos párrafos fueron para reivindicar la singularidad de la Semana Santa zamorana. "Es esta ciudad soberana, ejemplo, lucero y guía de cómo se hacen las cosas con gusto, sin estridencias, en armonía", destacó. De ahí que no tenga dudas al elegir. "Te elijo a ti, Zamora, tú y tu Semana Santa, inevitablemente tú y tus hechuras, y la sencillez de tu alma, y la delicadeza de tu calma y tus calles impregnadas de incienso, y esa belleza incontestable que llevas prendida al talle cuando las precesiones habitan tus calles", describió, para finalizar asegurando que "en los últimos compases de mi vida, cuando ya no queden más palabras que decir, en el atardecer de mis días, siempre te volveré a elegir".

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