Los ojos bajo la lupa

El investigador zamorano Tomás Blanco participa en un estudio de la Universidad de Harvard sobre la incidencia de la diabetes en la vista

Tomás Blanco, investigador zamorano, con su equipo

Tomás Blanco, investigador zamorano, con su equipo / Cedida

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

La diabetes es la causa más importante de pérdida de visión en adultos, un problema que afecta sobre todo a los países desarrollados. Bajo esa premisa nació una de las investigaciones del departamento de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, donde trabaja el zamorano Tomás Blanco.

Tomás Blanco, investigador zamorano

Tomás Blanco, investigador zamorano / Cedida

La revista científica "American Journal o Transplantation" se ha hecho eco de este estudio, titulado "Impacto de la diabetes del donante en la inmunidad del trasplante corneal". Blanco señala que la córnea "es el tejido sólido que más se trasplanta en todo el mundo, con una prevalencia muy alta de supervivencia y longevidad. Sin embargo, hemos venido observando en Estados Unidos un cierto rechazo por parte de muchos cirujanos a la hora de trasplantar tejidos de donantes con historial de diabetes". Pero es que en todo el mundo, un 30% de los tejidos corneales vienen de donantes con diabetes. "Esto no quiere decir que vayan a sufrir un fallo, pero nuestro grupo de investigación se ha anticipado usando modelos de animales para estudiar el fallo del trasplante desde el punto de vista inmunológico", resume el investigador.

Justificación inicial

Para arrancar con este trabajo, en primer lugar, se tuvo que justificar desde el punto de la vista de salud pública para, a continuación, obtener la financiación. "Como utilizamos animales, hay una labor burocrática tremenda que puede tardar un año en tener luz verde con los protocolos de investigación animal. El bienestar animal es la piedra angular en este tipo de investigaciones", apunta. Unos trabajos que, como en este caso particular, pueden durar unos cuatro años. "Y es solo el principio. Los ensayos realizados se basan en lo que los médicos observan en los pacientes. Para ello, tenemos modelos de animales que desarrollan diabetes y podemos realizar diferentes tipos de trasplantes. A partir de ahí, se les hace un seguimiento exhaustivo, como si fueran pacientes y, además, existen otros tipos de ensayos a nivel de laboratorio, usando líneas celulares y otras técnicas rutinarias de biología celular y molecular", resume.

Entre todos los escollos habituales en cualquier investigación, el equipo se topó en esta ocasión con algo totalmente inesperado, el COVID. "En términos de investigación no supuso mucho, porque un científico tiene que estudiar a diario y eso se puede hacer igual en casa. Sin embargo, a nivel de grupo fue una hecatombe, porque trabajamos en un entorno hospitalario y cuando se activó el protocolo, la prioridad fueron los pacientes y el personal clínico", recuerda Blanco, asegurando que, emocionalmente, la pérdida de toda la investigación en marcha sin margen de tiempo hizo que fuera el día más duro de su vida profesional.

Tomás Blanco, investigador zamorano

Tomás Blanco, investigador zamorano / Cedida

La vuelta a la rutina fue bastante lenta, "porque la industria accesoria que nutre la investigación estaba colapsada o, directamente, cerrada. Pero nos hemos repuesto y, en este momento, podemos decir que es algo ya del pasado".

Más de cien investigadores

Medio centenar de personas compone este equipo —desde médicos oftalmólogos hasta investigadores, asociados postdoctorales, residentes de oftalmología , estudiantes de postgrado y personal de apoyo— que desarrolla su labor en el laboratorio de inmunología, trasplante y regeneración corneal. "Colaboramos con grupos de todo el mundo y estudiantes de muchos países vienen a aprender con nosotros cada año", destaca el zamorano, quien lidera el equipo de investigación en trasplante y también es profesor del departamento de Oftalmología de Harvard, además de investigador colaborador de su departamento de Inmunología.

Tomás Blanco, investigador zamorano, con sus compañeros

Tomás Blanco, investigador zamorano, con sus compañeros / Cedida

Reconoce Blanco que, al tratarse de una investigación en fase pre-clínica, no aporta mucho a la medicina "de forma directa, pero sí responde a ciertas dudas que ya se tenían y que les hacían, en lo posible, evitar trasplantar corneas de donantes con historial de diabetes. El hecho de publicarse en la revista más importante de trasplantes, envía un mensaje muy potente para que, a partir de ahora, se tenga en cuenta el seguimiento de la diabetes de los donantes", valora.

La diebetes, un tema serio

En relación a este trabajo, asegura el investigador zamorano que su caballo de batalla en los próximos años será el control de la glucosa en sangre en pacientes con diabetes. "Parece algo muy obvio, pero en Estados Unidos menos de un 10% de los enfermos mantiene un control estricto de este parámetro. Las grandes compañías farmacéuticas están invirtiendo millones de dólares en nuevos fármacos que al final no funcionan. Mi mensaje a los sistema de salud es claro: traten la diabetes tipo 1 y eviten la aparición de diabetes 2, conciencien a la población de los riesgos del sobrepeso, insistan en las dietas y en el ejercicio, porque mataremos varios pájaros de un tiro: la diabetes, la hipertensión y toda la miríada de patologías asociadas", enumera.

Tomás Blanco, investigador zamorano

Tomás Blanco, investigador zamorano / Cedida

Formación en la USAL

Licenciado en Biología y Bioquímica en la Universidad de Salamanca, Tomás Blanco ha desarrollado la gran parte de su carrera profesional investigadora en Estados Unidos, primero en la Universidad de Duke y ahora en Harvard, donde está especializado en las patologías que afectan a la córnea, "un órgano vital para la vista".

Suscríbete para seguir leyendo