Paseo virtual por la Zamora de ayer

La Zamora más monumental llamó la atención del reconocido fotógrafo Luis Lladó y Fábregas quien visitó la urbe en el primer tercio del siglo XX.

El profesional, que fue fotógrafo de la Escuela de Arquitectura de Madrid y se especializó en fotografía de patrimonio, captó los bienes artísticos que atesora la Perla del Duero como refleja el archivo del autor hecho público recientemente. El portal Simurg de fondos patrimoniales digitalizados de las bibliotecas y archivos del CSIC ha incorporado un total de 5.879 negativos en soporte de vidrio sobre arquitectura, paisajes, retratos e industria del reconocido fotógrafo que nació en Barcelona en 1874 y fallecido en México en 1949 tras exiliarse una década antes por su compromiso con el gobierno de la República.

En el ingente material puesto a disposición pública figuran 28 instantáneas que dan buena cuenta de la Zamora que se encontró y de los cambios que ha experimentado la ciudad a lo largo de las décadas.

Todo tipo de vistas

La serie recoge desde vistas generales tomadas desde el alto de Valorio, desde varios puntos de la ribera incluso desde la cubierta de la Catedral. También el objetivo de Luis Lladó y Fábrega captó la plaza de Viriato, con la escultura de Viriato en su centro, y la Plaza Mayor, desde distintas perspectivas, sin olvidar paseos capitalinos así como la riqueza que atesora el primer templo diocesanos con múltiples imágenes de su interior que evidencia el cambio que ha sufrido la catedral zamorana.

El catalán también inmortalizó bienes artísticos, como uno de los tapices que integran la extraordinaria colección de textiles que atesora la seo. En concreto retrató la destrucción de Troya, encuadrado dentro de la serie dedicada a la Guerra de Troya. La arquitectura civil también tiene cabida en el fondo. Del barcelonés se conservan instantáneas de palacios civiles, como el de los Momos o el del Cordón, actuales sedes de los juzgados y del Museo de Zamora, respectivamente. El profesional, que se adentró en el mundo de la fotografía tras haberse formado en el ámbito de las artes plásticas, captó múltiples ejemplos del románico local. Desde las portadas como en el caso de las iglesias de San Claudio de Olivares o San Vicente o la Magdalena, donde también inmortalizó detalles del interior al igual que el templo de Santiago de los Caballeros.

Un paisaje que ya no existe

"La aportación es poco significativa si comparamos su interés con el de las series dedicadas al interior de teatros, comercios y bancos de época o, por ejemplo, a la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929. Sin embargo, estas imágenes contribuyen a reconstruir, junto a la aportación de otros fotógrafos, el paisaje de una Zamora que ya no existe" explica el divulgador e impulsor de zamoteca.com, Javier García Martín, que ha explorado el archivo de Lladó.

Un acercamiento al pasado de una histórica ciudad.

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