La violencia aleja a las mujeres del empleo y las empobrece
El incremento de denuncias en Zamora impacta en el mercado laboral, donde las víctimas cronifican su precarización
L. G.
La violencia de género no hace sino empeorar al analizar el problema desde una perspectiva laboral. A todos los condicionantes que las víctimas de ataques machistas deben afrontar, hay que sumar los que se trasladan al ambiente de trabajo y terminan en largas bajas, contratos intermitentes y cotizaciones irrisorias. Cada vez son más las mujeres que denuncian este tipo de maltrato; solo en la provincia de Zamora, el número de casos puestos en conocimiento de las autoridades se ha duplicado en lo que va de año. Y buena parte de ellas reconocen que denunciar les ha alejado del empleo o les ha supuesto una estigmatización de la que es muy complicado salir adelante.
Un estudio elaborado por la Fundación Adecco, revela que existen condicionantes que pueden dificultar todavía más la vida de las mujeres víctimas de violencia de género. Tal es el caso del desempleo, una circunstancia que desprovee a estas personas de los recursos económicos e independencia necesarios, experimentando además una merma de su círculo social y de su autoestima. Los resultados del informe sostienen que la violencia de género aleja del empleo a siete de cada diez mujeres que denuncian. Preguntadas por situación y expectativas laborales en el momento de sufrir la violencia, el 70% responde que dicha violencia mermó sus oportunidades laborales, ya sea porque querían buscar empleo, pero no se sentían con la autoestima y seguridad suficientes (65% de los casos) o porque, teniendo trabajo, se vieron forzadas a dejarlo por la presión ejercida por su pareja (35%).
En el primer caso, es significativo cómo la violencia de género puede erosionar la autoestima y confianza de una mujer, haciéndola sentir incapaz o no cualificada para el mundo laboral. En el segundo caso, las mujeres encuestadas afirman que su agresor ejerció un severo control sobre ellas, a través de amenazas, manipulaciones e incluso violencia física, forzándolas a dejar su trabajo, con el resultado de un mayor aislamiento social de la víctima y un refuerzo de la posición de poder de la persona agresora, de acuerdo con las conclusiones arrojadas por el informe "Violencia de género y empleo 2023" de la Fundación Adecco.
También afecta a las denunciantes de violencia de género el desempleo de larga duración. El documento advierte que existen obstáculos prácticamente insalvables para estas mujeres, como son la inseguridad y la autoestima, el temor a ser localizadas por la persona agresora en el puesto de trabajo, la incompatibilidad de horarios para hacer frente a sus responsabilidades familiares, la ausencia de medios digitales para buscar trabajo o el desconocimiento a la hora de definir una estrategia de búsqueda de empleo.
En la provincia de Zamora, el número de mujeres que han denunciado casos de violencia de género se ha incrementado durante el presente ejercicio hasta doblar los números del pasado año. El informe de Adecco así lo atestigua y también coloca a Castilla y León en la locomotora del país en cuanto al aumento de denuncias durante el primer semestre del curso.
Tanto el Ministerio de Igualdad como la Junta de Castilla y León tienen recursos para proteger a las mujeres en los entornos laborales, aunque los sindicatos han denunciado recientemente que son pocas las empresas de la provincia que tienen vigentes sus protocolos.
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