A punto de caer el edificio de oficinas del Museo de Semana Santa de Zamora

El desbloqueo de la paralización de las obras del Museo de la Semana Santa de Zamora está cada vez más cerca, hasta el punto de que pronto van a ser visibles algunos avances y por otro lado se entrará de lleno en lo que importa, la nueva licitación de las obras para que puedan proseguir según los plazos previstos, hacia el mes de febrero.

Uno de los asuntos que está ya a punto de resolverse es la finalización del derribo del antiguo Museo por completo.

El coste del Museo de Semana Santa de Zamora salta de los diez millones

El solar está ya vacío salvo el edificio que albergaba las oficinas de la Junta pro Semana Santa, que linda con otra vivienda de la calle Orejones (o Madre Bonifacia). El derribo de esta parte se pospuso por parte de la anterior adjudicataria, debido a que la vecina colindante pedía garantías de integridad de su inmueble y se negaba a abandonar la estancia durante el derribo. La Junta tenía previsto adjudicar este mismo martes el contrato menor para derribar este inmueble que no se espera que de problemas, manifestaron fuentes de la Administración Autonómica, ya que está ya prácticamente separado de la casa colindante, salvo en un punto.

El derribo va paralelo al resto de los trámites en los que ya se está trabajando, el principal la redacción del proyecto adaptado, que ya está listo, una vez superada la adecuación a la nueva normativa de las estructuras de hormigón.

Así las cosas, según informó la directora general de Vivienda, María Pardo, en su visita a Zamora, la previsión es que antes de fin de año la licitación de la obra pueda estar publicada. Hasta que esto no ocurra no se podrá saber, lógicamente, si se presentarán muchos o pocos licitadores. En la anterior adjudicación, por ejemplo, sólo hubo dos ofertas.

Nuevo escenario

Sin embargo la impresión de los responsables de la Junta es que podemos estar ahora mismo ante un escenario completamente distinto, debido a que ha habido llamadas de distintas empresas mostrando su interés por el contrato y sobre todo a que son tiempos de una menor incertidumbre en el sector que cuando salió en primer contrato. Fue esa una época de mucha inestabilidad en los precios de los materiales que hacían muy difícil a muchas empresas arriesgarse a ejecutar una obra de tal calado sin saber a ciencia cierta los márgenes con los que podían actuar.

Si todo va bien, pues, esta primavera las obras del nuevo Museo de Semana Santa podrían entrar de nuevo en velocidad de crucero con el fin de ejecutar la obra en los dos años previstos. En todo caso, dos semana santas más las procesiones deberán salir de las ubicaciones provisionales de los grupos escultóricos.

El montante de la obra salta de los diez millones de euros

A pesar de los contratiempos surgidos en la construcción del Museo de Semana Santa, quizá cuando menos se esperaban, la actuación de las administraciones en este caso parece que se ha movido con mucha agilidad y coordinación.

Lejos de empezar a imputarse culpas, Junta, Diputación y Ayuntamiento han actuado con coordinación y diligencia, con el fin de dar los pasos previos para aprobar una mayor aportación monetaria por todas las partes y preparar los trámites para adaptar el convenio suscrito para ejecutar las obras. La obra saltará de los diez millones de euros y a cada administración le ha tocado asumir su parte. Curiosamente, como la rescisión del contrato anterior fue de común acuerdo, la empresa que venía ejecutando las obras y las paralizó porque reclamaba más dinero tendría teóricamente no sólo la opción de presentarse al nuevo concurso, sino de quedar de nuevo adjudicataria de las obras, lo que se convertiría, de nuevo, en una gran paradoja.

El arranque de la obra es el objetivo prioritario para todas las partes, especialmente para la Junta de Semana Santa, que ha visto cómo el peregrinaje de los pasos por las iglesias y carpas deberá continuar al menos una Semana Santa más de lo previsto. Cuando la Junta de Cofradías estaba ya trabajando para el paso siguiente, la creación de un consorcio o algo similar para gestionar el Museo, le ha tocado dar un nuevo paso atrás, que podría quedar resuelto definitivamente en cuestión de unos meses.

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