La subida de las pensiones inyectará 27 millones en Zamora en 2024

El Gobierno prevé una revalorización del 4% en base a la inflación acumulada en el último año, en el que los alimentos se han disparado

Una pareja de jubilados.

Una pareja de jubilados. / LOZ

La subida de las pensiones supondrá un fuerte impacto para la economía zamorana en el año 2024. Según las previsiones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, las retribuciones se elevarán un 4% de cara al próximo ejercicio, en base a la revalorización vinculada a la inflación acumulada, por lo que los pensionistas de la provincia que cobren ahora en torno a 1.000 euros podrían recibir unos 40 más al mes a partir de enero. La perspectiva del Gobierno, recogida en un informe publicado esta semana sobre la proyección de gasto, es que el porcentaje no se mueva demasiado de ahí.

Si se da por bueno ese dato calculado por el propio Ejecutivo, la inyección extra que se acumularía en los bolsillos de los pensionistas zamoranos a lo largo del ejercicio 2024 sería de unos 27 millones de euros, habida cuenta de que, en estos momentos, hay 47.740 beneficiarios que cobran una media de 1.014,5 euros al mes en 14 pagas, según las estadísticas oficiales.

De este modo, quien cobre en estos momentos exactamente la pensión media en Zamora pasaría a ingresar unos 570 euros más a lo largo del año, lo que le permitiría paliar la escalada de precios. Ese alza de los costes no ha sido tan acusada como en el ejercicio 2022, marcado por el inicio de la guerra en Ucrania, pero sí se ha percibido en determinadas compras diarias, que se han elevado más de la cuenta, incluso con las medidas correctoras aplicadas para tratar de frenar esa escalada.

Sin ir más lejos, con los datos del IPC correspondientes al mes de septiembre en la provincia de Zamora, se puede comprobar cómo en el último año se ha producido una subida del 12,6% en los alimentos o del 12,1 en las bebidas no alcohólicas. Las bebidas alcohólicas y el tabaco también se han disparado por encima del 7%; los muebles y accesorios casi un 5%, al igual que la restauración; mientras que los paquetes turísticos se han encarecido más de un 20%. Para muchos, eso ha sido sinónimo de quedarse en casa, aunque en ocasiones pagando un alquiler que cuesta un 1,3% más de promedio que el año anterior.

Por contra, se han producido ciertos alivios en otros ámbitos, como en lo tocante a la electricidad, el gas y otros combustibles, que cuestan un 30% menos que un año antes; el transporte, que ha bajado casi un 6%; o el vestido, que más bien se ha estancado con una reducción de costes del 0,4%. En definitiva, si se tiene todo en cuenta, el encarecimiento de la vida ronda ese 4% que será lo que reciban de más los pensionistas a partir de enero si finalmente se confirma esa cifra adelantada por el Gobierno.

Hay que recordar que, tras la última reforma, la revalorización de las pensiones quedó directamente vinculada por ley a la evolución media de la inflación teniendo en cuenta los datos desde diciembre del año anterior a noviembre del vigente, por lo que será en ese momento cuando se pueda calcular con total exactitud cuál será la subida concreta.

Esta serie de datos se conoció al tiempo que el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, presentaba el informe "Proyecciones del Gasto Público en Pensiones en España", con el que se culmina "la profunda reforma del sistema público de pensiones que se inició en 2021 y que incluye un conjunto de medidas equilibradas para mejorar la suficiencia de las pensiones, con la recuperación del derecho al mantenimiento del poder adquisitivo, y su equidad y sostenibilidad".

Este documento, de 190 páginas, detalla las proyecciones sobre las que se asienta esta reforma y explica cómo está diseñada, "teniendo como base unos escenarios demográficos y macroeconómicos prudentes y creíbles y que tienen en cuenta la transformación que se está produciendo en la economía española".

De acuerdo con el informe, el gasto medio en pensiones hasta 2050 corregido por los nuevos ingresos, será del 12,4% del PIB. Además, con el escenario actual, se afianza la tendencia a retrasar la jubilación anticipada voluntaria y ya solo el 18% anticipan el máximo posible (24 meses) frente al 46% en 2021 y el 26% en 2022. Todo ello ha contribuido a elevar la edad efectiva de jubilación a los 65 años.

Otro de los puntos que ha destacado el secretario de Estado de la Seguridad Social es que las medidas que ya han entrado en vigor "están contribuyendo a mejorar la sostenibilidad del sistema sin afectar en absoluto al empleo, como muestran los datos de afiliación hasta septiembre". Los incentivos a la jubilación demorada han elevado su uso hasta el casi el doble, pasando de algo más del 4% al 8% del total de altas de jubilación.

La jubilación después de los 65 ha dejado de ser una rareza en Zamora

Los zamoranos cada vez se jubilan más tarde. La edad media del retiro crece de forma lenta, pero inexorable, de la mano de una realidad que dicta que el número de personas que trabajan más allá de la barrera de los 65 años se está incrementando de manera exponencial. Tanto es así que, según las estadísticas oficiales publicadas en la web de la Seguridad Social, en 2019, el número de altas de pensionistas de 66 años en adelante en Zamora fue de 117 personas, mientras que en 2022 alcanzó las 435. La cifra se ha cuadruplicado en tan solo tres ejercicios, y la tendencia que se percibe en el primer semestre de 2023 no parece orientada a reconducir la situación precisamente. En los seis primeros meses del año en curso se jubilaron 230 personas de 66 o más años en la provincia; más de una cuarta parte del total de las altas de pensionistas registradas en Zamora. Esa es la estampa actual tras un cambio que comenzó a percibirse en las estadísticas a partir de 2021, como consecuencia del progresivo retraso de la edad ordinaria de retiro en España. En estos momentos, los años cotizados marcan las opciones de los trabajadores de jubilarse en un momento u otro y de hacerlo con una pensión más o menos elevada. En el ejercicio en curso, para pasar al retiro en el momento de cumplir los 65 años, el interesado debe haber cotizado durante, al menos, 37 años y 9 meses. De no ser así, ha de continuar hasta cuatro meses después de llegar a los 66, según la norma. Con este panorama, en Zamora, la edad media de jubilación ya se ha situado en los 65 años exactos tanto en 2022 como en el primer semestre de 2023, cuando en 2019 el promedio era de 64,7 años. Ante las perspectivas que marca la normativa, lo normal es que ese momento se siga dilatando en el tiempo para muchas personas que deberán trabajar algunos meses más antes de su descanso con el fin de acceder luego a sus retribuciones.

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