Para que la memoria no se apague

María Jesús Otero, superviviente de la tragedia de Ribadelago, inaugura las charlas de CulturAlcampus de este curso

María Jesús Otero, durante su charla sobre la tragedia de Ribadelago, en el Campus Viriato. | Ana Burrieza

María Jesús Otero, durante su charla sobre la tragedia de Ribadelago, en el Campus Viriato. | Ana Burrieza / B. B. G.

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

"Los jóvenes tienen que coger la antorcha ahora, porque la generación que sufrimos la tragedia somos ya mayores y alguien se tiene que hacer cargo de que la memoria no se apague". Esa es la misión que María Jesús Otero lanzó a los estudiantes de Magisterio que acudieron ayer a escuchar la primera de las charlas incluidas en el programa CulturAlcampus, sobre "La tragedia de Ribadelago", de la que la ponente fue testigo directo.

"Yo tenía diez años cuando ocurrió y fui consciente de todo", reconoce. "Había vivido lo que era antes Ribadelago, sus mejores años. Nací cuando las obras comenzaron y me fui del pueblo tras la tragedia. Viví a pie de obra durante mi infancia, la época en la que se forma lo que será nuestra mente del futuro", añadió.

Una voz con autoridad

No es —ni mucho menos— la primera vez que relata todo lo sucedido en su pueblo. De hecho, se ha convertido en una de la voces que más alto ha hablado para que este terrible acontecimiento de la historia de la provincia de Zamora no se olvide.

ZAMORA. CONFERENCIA EN CULTURALCAMPU SOBRE LA TRAGEDIA DE RIBADELAGO

ZAMORA. CONFERENCIA EN CULTURALCAMPU SOBRE LA TRAGEDIA DE RIBADELAGO / ANA BURRIEZA

"Cuando comencé a dar las charlas y en mi primer libro, tenía la emoción a flor de piel. Tenía una carga psicológica tan pesada que necesitaba vaciarme de esta pena, angustia y emoción", rememora, aunque subraya que su objetivo principal cuando comenzó a hablar sobre el tema no era superar algo personal, "sino dejar constancia de todo, porque si no, la tragedia se olvidaría y no podía soportar la idea de que, en tan solo dos generaciones, algo tan horrible permaneciera en el silencio".

Historia para los futuros maestros

Los últimos en conocer esta parte de la historia zamorana fueron los estudiantes de la Facultad de Educación del Campus Viriato. "Creo que todavía puedo aportar un poco de luz a esta historia que todavía está llena de aristas, para que sirva, sobre todo, de material educativo", confió Otero, profesora jubilada, quien recordó a los asistentes que ellos son los que se van a dedicar a formar las mentes de los niños, así que tienen una labor muy importante", animó a su público.

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