Cuatro procesiones de Semana Santa, afectadas por las obras del Puente de Piedra de Zamora

El alcalde ha avisado a la Junta de hermandades y las cofradías implicadas con el fin de que estudien los recorridos alternativos

La procesión de la Virgen de la Esperanza, el Jueves Santo en el Puente de Piedra.

La procesión de la Virgen de la Esperanza, el Jueves Santo en el Puente de Piedra. / EMILIO FRAILE

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

El Traslado del Nazareno de San Frontis, la procesión de Luz y Vida, la del Vía Crucis y la de la Virgen de la Esperanza. Son los cuatro desfiles de la Semana Santa de 2024 que se van a ver afectados por las obras del Puente de Piedra, que permanecerá cortado.

El alcalde en persona, Francisco Guarido, ha puesto la situación en conocimiento de la presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García Prieto y de los presidentes de las hermandades implicadas con el fin de que tengan tiempo para plantear alternativas a los desfiles procesionales afectados por la obra.

En plena "ebullición"

Según informó el alcalde a este diario, la Semana Santa de 2024 va a coincidir con el momento en que las obras del Puente de Piedra estén "en plena ebullición" por lo que las cofradías tendrán que buscar alternativas a los desfiles procesionales que utilizan el histórico viaducto para cruzar el río Duero.

El contrato de las obras de reforma del Puente de Piedra prevé en principio una duración de ocho meses, según el pliego de condiciones. La mesa de contratación acuerda adjudicárselo a Rearasa el 27 de abril por 1,3 millones de euros. El 11 de mayo se publica la adjudicación y el 5 de junio se formaliza el contrato.

Por tanto en principio parece que podría haber dado tiempo a culminar la obra antes del 21 de marzo de 2024, que es la fecha prevista para el Traslado. Sin embargo, Francisco Guarido indica que se trata de una obra que va a llevar más de un año de duración, por lo que es inevitable que afecte a las procesiones de Semana Santa, se hiciera antes o más tarde. El hecho de que la formalización del contrato lleve fecha de 5 de junio no significa que la obra puedan empezar al día siguiente, sino que hay aún que realizar una serie de trámites previos al comienzo de la ejecución, como el estudio de seguridad y salud laboral. En todo caso, insiste, se trata de una obra que va a sobrepasar el año de duración y es inevitable que afecte a las procesiones que cruzan el viaducto.

Además es una obra muy importante, tanto por su cuantía, de casi un millón y medio de euros, como las actuaciones que se van a acometer, una reforma en profundidad "de las que se hacen una cada 50 años" en una infraestructura de incalculable valor histórico y actual para la ciudad, ya que es sin duda una de sus señas de identidad.

De hecho se va a actuar en toda la estructura del puente. No sólo se va a levantar la plataforma, sino que se van a renovar todas las canalizaciones de servicios que discurren por ahí, la mayoría de las cuales necesitan una modernización en profundidad.

Petril en vez de barandillas

La propia plataforma requiere asimismo una actualización, debido a que se encuentra aún con la configuración que tenía mientras soportó el tráfico rodado, aceras incluidas lo que desde luego no es lo más adecuado. Cerrado al tráfico en marzo de 2013 parece conveniente que diez años después la plataforma del puente se adapte a las nuevas circunstancias.

Y hay un tercer elemento importante, que el proyecto prevé la sustitución de las actuales barandillas de hierro por petriles de piedra. "El estado de las barandillas no es el más seguro, ya que están apoyadas en ménsulas que requieren una solución", explica el alcalde. El proyecto, redactado por Francisco Somoza, el arquitecto del plan director, prevé dejar el puente con unas características mucho más próximas a la estructura original que a la que tiene actualmente, que data de la ultima gran reforma, de principios del siglo XX, cuando se adaptó al tráfico rodado y para ello se eliminaron las torres de los extremos, la puerta del último recinto amurallado y el petril de piedra almenado, que se sustituyó por la actual barandilla metálica.

El alcalde considera que las cofradías entienden que se trata de una obra de una gran envergadura, totalmente necesaria para el Puente de Piedra, monumento muy importante para la ciudad y con una inversión millonaria que se prolongará durante más de un año.

Por ello deberán adaptar los itinerarios procesionales. Eso sí, tampoco es tarea fácil, ya que la alternativa del Puente de los Poetas supone dar un rodeo considerable y la del Puente de Hierro tampoco le anda a la zaga de tal suerte que la longitud de los recorridos por estas vías altenativas seguramente escape de lo razonable.

"Se trata de adaptar el recorrido procesional un único año y por las circunstancias de una obra muy importante y necesaria", señala el alcalde, quien apunta que tampoco sería lógico dejar sin ejecutar una obra de este calado por la afectación, puntual y por un solo año, a estas procesiones.

Claro que las obras del Puente de Piedra no van a suponer solo un problema puntual durante la Semana Santa, sino que afectan en gran medida al acceso peatonal sobre todo de los vecinos de las zonas de Cabañales y San Frontis que se acerquen hacia el centro de la ciudad.

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