Entrevista |

"A través de los rostros intento reflejar la diversidad de la sociedad actual"

"Los murales, al estar expuestos las 24 horas del día, potencian el aspecto pedagógico que tiene el mundo del arte"

El pintor Juan Hernández junto a varias de sus propuestas.

El pintor Juan Hernández junto a varias de sus propuestas. / Emilio Fraile

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

El pintor zamorano Juan Hernández presenta una treintena de obras en la galería Espacio 36-Ángel Almeida.

–Regresa a Zamora con una exposición tras bastante tiempo de ausencia.

–Hacía mucho que no tenía una muestra individual, la última fue en 2011, aunque sí he estado presente en muestras colectivas. Yo resido fuera y como todos los zamoranos defiendo a mi tierra fuera, me siento muy zamorano y tenía muchas ganas de volver a exponer y estoy contento con cómo ha quedado porque desde hace un tiempo planteo el montaje a escala para tener una idea general de lo que quiero mostrar. Lo hago a escala y voy situando los cuadros con un programa informático y luego ya lo planteo in situ en la sala.

–¿Cómo surge "Querencia"?

–La idea nace del propio significado de la palabra, de querer bien a alguien o algo y yo tengo querencia por mi trabajo como artista y como mi trabajo como profesor, dado que he sido profesor de dibujo durante 35 años. El galerista Ángel Almeida, que es muy serio en su trabajo, me propuso en primavera contar conmigo para inaugurar una nueva temporada en su galería, me emocioné y he estado trabajado intensamente durante todo el verano. Se exhiben 33 obras, algunas de formato muy grande, las que se están en la primera parte de la sala, y luego hay algunas más pequeñas.

–Sus rostros, todos muy bellos, son de distintas razas.

–En mi obra plasmo distintas razas para defender la igualdad entre las mismas. También pinto rostros muy conocidos porque busco la belleza. En algunas ocasiones me inspiro en la publicidad y las y los modelos y las actrices me llaman mucho la atención igual que la riqueza racial. A veces me salen personajes ambiguos que no sabes si son un hombre o una mujer porque intento reflejar la sociedad actual.

–Trabaja sobre madera que la integra como parte de la obra artística.

–Yo pinto sobre madera, prácticamente la totalidad de las piezas que hay en la muestra están hechas sobre esta materia. Las vetas de la madera me sirven para recrear la piel de los personajes, en la piel está la información de la vida. Empecé a utilizar la madera hace unos 20 años y me di cuenta, casi por casualidad, de lo bien que funcionaban las vetas y cómo había que ubicar al personaje para que las vetas funcionan bien con respecto al cuerpo que iba a dibujar. Últimamente empleo madera de roble maciza, que es mucho más noble, porque es laborioso encontrar madera con tantas vetas. Una vez que descubrí que me gustaba trabajar así ha hecho que haya conseguido un estilo muy personal. Dentro del mundo contemporáneo actual es muy difícil diferenciarse, pero creo que lo he conseguido. Al trabajar sobre madera, con un dibujo preciso y unos colores intensos es fácil reconocer una obra mía cuando la ves en una exposición.

La mirada es el reflejo del alma y siempre quiero que esos ojos sean los más intensos y llamativos posibles. Me inspiro en los ojos de la niña afgana que fue portada en la revista de National Geographic o en los grandes pintores

–Opta por el retrato donde la mirada tiene un gran peso, ¿por qué?

–Las miradas son muy importantes dentro de lo que yo dibujo. La mirada es el reflejo del alma y siempre quiero que esos ojos sean los más intensos y llamativos posibles. Me inspiro en los ojos de la niña afgana que fue portada en la revista de National Geographic o en los grandes pintores.

–Como por ejemplo…

–En la muestra hay una versión de Caravaggio. Se trata de una porción del cuadro "David y la cabeza de Goliat", una porción que pensaba que compositivamente funcionaba muy bien. También hay una versión de San Sebastián de Tiziano. También me atraen Velázquez, Rembrandt... y muchos más.

–¿Hay que conocer a los clásicos para pintar bien?

–Hay que aprender de ellos. Cuando iba a la facultad iba a los museos a ver pinturas de firmas de referencia. Iba a pasear por el Prado para ver a Velázquez, a Goya, a Leonardo Da Vinci… y todavía lo sigo haciendo.

–Hay un cuadro que rompe con todos los demás donde plasma a Penélope Cruz.

–Es de un período anterior donde empleaba óleo sobre lienzo y en este caso estaba experimentado. Le di por encima una capa de poliéster, que se abrió un poco y que me gusta porque me parece que hace la obra esté más vida. Era una época en la que trabajaba una serie que titulé "Mujer y arquitectura". En la pieza aparece Penélope Cruz y una casa de Richard Meier, que siempre trabaja en blanco, y lo incluyo porque también me gusta la arquitectura. En el cuadro de al lado aparece una mujer rubia que título "brasileña y paracaidista" y aparece un detalla de Álvaro de Sica, un arquitecto portugués. También presento una escultura que tenía hecha desde hace tiempo. Es una escultura pop, porque me considero un artista pop art especializado en madera. La pieza tiene un aire pop, está hecha con chapetes, jugando con los tonos rojos y blanco haciendo un guiño a la cultura americana, y por detrás tiene un cuadro y por delante otro, una adaptación de uno de Andy Warhol. Al lado hay una pieza realizada sobre chapa.

–¿Cómo ha optado por ese soporte con una forma de porción de quesito?

–Es una chapa que me encontré y me gustó este formato tan singular. La chapa de hierro está totalmente barnizada para que resista y luego pintada al óleo. Me parece una obra muy especial que pinté en1995. Estas piezas las he incluido para que haya una salvedad dentro de los cuadros de madera.

–Usted también ha desarrollado una faceta de muralista.

–He hecho uno sobre madera que me encargó la Diputación de Valladolid que está en el centro cívico de Cigales, en un interior, de ahí que pudiera ser realizado en madera, y es en contra de la violencia de género. A mayores, he hecho a la entrada del mismo pueblo varios murales. El primero lo hice en mi casa y lo protagonizan tres abuelos que están hablando. En la entrada del pueblo varios murales, son cuatro espacios de ocho metros cuadrados, el primero es un cuadro mío, el segundo un homenaje a Cigales y los restantes sendos homenajes a la vendimia, tan importante para la población.

–¿Qué le ofrece creativamente el mural que no le brinda un soporte más pequeño?

–Hay una serie de cosas que me atraen. Cuando tu trabajas como pintor, estás tú solo en tu estudio, es un trabajo muy solitario. Sin embargo, cuando pintas un mural en la calle la gente interactúa contigo te preguntan qué haces, te dan su opinión... es más ameno. Además tu trabajo está las 24 horas del día expuesto, no 15 días en una galería. Potencia el aspecto pedagógico del arte, quizá por mi faceta de profesor, aunque me acabo de jubilar.

–Usted es un hombre muy activo, ¿se plantea colaborar con alguna asociación cultural para divulgar el arte?

–De momento no. Me lo ha ofrecido el Ayuntamiento de Laguna y les he dicho que no, quiero intentar seguir mejorando en la pintura, el dibujo y la fotografía que me apasionan. También dejo la puerta a aprender cosas nuevas, siempre hay que aprender. Sigo visitando exposiciones, visitando museos, leyendo e investigando. Para mí el mejor pintor del mundo es Velázquez, me voy al Prado lo veo y me emociono. Pero también pintores más cercanos a nuestro tiempo como Degas.

–Tras la muestra en Zamora, ¿qué planes tiene para dar a conocer su producción?

–He solicitado varias salas, pero de momento no están concretada las fechas. Tengo pendiente la realización de dos murales, uno en Cigales y otro en Valladolid y también tengo algún encargo. Tengo mucho trabajo por delante.

Suscríbete para seguir leyendo