Faúndez defiende una gestión centrada "sobre todo" en los pequeños municipios de Zamora

El futuro presidente de la institución matiza que abordará los proyectos "buenos para la ciudad que repercutan positivamente en los pueblos"

El futuro presidente de la Diputación, Javier Faúndez. |

El futuro presidente de la Diputación, Javier Faúndez. | / Emilio Fraile

El futuro presidente de la Diputación, Javier Faúndez, aún ocupa su viejo despacho en el área de Medio Ambiente, casi en la esquina contraria a la zona de La Encarnación donde se mudará a partir del 27 de junio, cuando debe tomar posesión como máximo mandatario de la casa. Frente a la que todavía es su mesa, el político alistano tiene un mapa de la provincia lleno de chinchetas de colores: "Todo eso son problemas que hay que tratar de resolver", indicó este miércoles el dirigente del Partido Popular, que admitió que todo lo que ha rodeado a su nombramiento "ha sido muy precipitado": "Yo tenía otra idea preconcebida del que iba a ser mi rol aquí, pero esto ha cambiado de la noche a la mañana".

Ese giro político y vital ha convertido el teléfono de Faúndez en un artefacto que no para de sonar y ha llenado la cabeza del futuro dirigente de unas ideas que ahora tendrá que organizar para empezar a gobernar a partir del martes: "Vamos a ordenar la Diputación para tratar de sacarle el máximo rendimiento, y eso consiste en administrar los recursos que tenemos para que lleguen, sobre todo, a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes", advirtió, en declaraciones a este medio, quien hasta ahora había ocupado la Vicepresidencia Tercera en la casa, y también el asiento principal del Ayuntamiento de Trabazos.

Defensa de los alcaldes

"Yo he sido alcalde y lo sigo siendo. Sé que ellos quieren que se les escuche, que se les atienda y que se resuelvan sus problemas. Ninguno pide reuniones por temas personales, sino por sus vecinos", argumentó Faúndez, que apuntó que "la obligación de quien tiene capacidad operativa es escuchar y poner los medios para actuar si la demanda es razonable".

El político alistano parte de la premisa de que "las instituciones están para resolver problemas" y abogó por "construir consensos". "No me gustan los escándalos ni las malas formas", aseguró Faúndez que dijo haber recibido, ya al mediodía de este martes, algunas llamadas de alcaldes del PSOE con los que mantiene "mucha y muy buena relación".

Faúndez también tuvo tiempo de charlar en las primeras horas con el subdelegado del Gobierno, con la delegada territorial e incluso con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco: "Me ha pedido colaboración institucional y yo le he reiterado que así va a ser", confirmó el futuro dirigente de La Encarnación.

Con quien aún no había tenido la oportunidad de charlar Faúndez a última hora de la mañana del día era con el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, aunque la predisposición del dirigente popular quedó patente: "Hay que tener altura de miras y colaborar", apuntó el responsable de Trabazos, que hizo énfasis en la buena relación que ha mantenido durante los cuatro últimos años con Romualdo Fernández, el concejal encargado del área que más tenía que ver con su labor en la Diputación.

En cuanto a las medidas concretas, Faúndez afirmó que tiene "claros" algunos temas que no revelará públicamente "por cortesía" hasta que llegue el momento de sustituir oficialmente a Francisco José Requejo. Eso sí, repitió una frase que ya había deslizado en su comparecencia del día anterior: "La Diputación tiene que atender a los municipios de su competencia", remarcó el futuro presidente, antes de matizar: "Eso no quiere decir que no afrontemos algunos proyectos que sean buenos de forma directa para la ciudad y de forma indirecta para los pueblos".

En aras de cumplir todos los objetivos, Faúndez se comprometió a "exprimir el limón" de su equipo de Gobierno lo máximo posible y a crear un grupo de gestión "dinámico, eficaz" y capaz de conseguir "la lealtad y la colaboración" de los grupos de la oposición.

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