Guarido sigue al mando en Zamora y la vía del pacto entra en la cuenta atrás

El líder de Izquierda Unida reitera su preferencia por una coalición, tras recibir el voto de los concejales socialistas, y tiende la mano al resto para trabajar por Zamora | Los dos posibles socios tendrán 30 días hábiles para sellar un acuerdo

Gago felicita a Guarido después de la elección del candidato de Izquierda Unida como alcalde de Zamora. |

Gago felicita a Guarido después de la elección del candidato de Izquierda Unida como alcalde de Zamora. | / Emilio Fraile

Por tercera vez consecutiva, Francisco Guarido. El líder de Izquierda Unida retuvo este sábado el bastón de mando del Ayuntamiento de Zamora y será el alcalde de la ciudad durante los próximos cuatro años, camino de alcanzar los doce al frente de la casa municipal. El veterano concejal se impuso sin emoción, habida cuenta de que la suya era la lista más votada y de que el PSOE se había comprometido a abrir paso a otro gobierno progresista. Lo que no estaba tan claro era si los socialistas se abstendrían o apoyarían directamente al candidato de IU. Hicieron lo segundo, aún sin haber cerrado pacto alguno para gobernar o dejar de gobernar en coalición. Guarido agradeció el gesto y reiteró en el discurso posterior su preferencia por ese bipartito que aún está por ver.

Los diez concejales de IU, tras la toma de posesión. | Jose Luis Fernández

Los diez concejales de IU, tras la toma de posesión. | Jose Luis Fernández / Manuel Herrera

El alcalde, que habló sin leer, todavía penalizado por su reciente problema en la vista, pronunció un discurso corto, pero con algunos mensajes directos sobre lo que espera para el futuro próximo de la institución: "Vamos a intentar que no gobierne solo la lista de Izquierda Unida, pero cualquier posibilidad es válida", deslizó Guarido en una frase en la que quedó patente su interés por pactar con el PSOE, pero a la vez su decisión de liderar la gestión municipal en minoría si se da el caso.

Guarido elogió, en este punto, la capacidad adaptativa de los suyos y recordó que él mismo ha vivido casi de todo en los 24 años que acumula ya en la corporación: "Hemos demostrado que sabemos gobernar con mayoría absoluta; también que podemos pactar, coordinar y consensuar las cuestiones que hay que sacar adelante para la ciudad", repasó el alcalde, que recordó que "uno tiene que adaptarse a las circunstancias".

Guarido y el portavoz de Vox.

Guarido y el portavoz de Vox. / E. F.

Tres escenarios distintos

Los electores le han situado esta vez ante un tercer escenario de posible gobierno: el primero llegó en 2015, con la necesidad de pactar con el PSOE para superar al PP, la lista más votada entonces; el segundo, en 2019, fue el de la mayoría absoluta; y el tercero este, como candidatura con más respaldo, pero sin alcanzar la cifra clave de los trece concejales. Para sumar ese número le haría falta integrar a los socialistas: "Tenemos treinta días hábiles a partir de ahora", remarcó el alcalde.

Guarido habló esta vez para una audiencia local, sin visitas ilustres y sin gente esperando emocionada bajo el balcón: "Eso pasa una vez en la vida", certificó el dirigente de IU. Quizá no sea algo único, pero sí sucede por primera vez eso de ver un Pleno en este municipio con cinco grupos políticos distintos: Izquierda Unida, el PSOE y el Partido Popular, ya representados en las corporaciones anteriores, recibieron a Zamora Sí y a Vox, que entran a formar parte de la historia de la política local zamorana como grupos con concejales.

Voto a sí mismos

Los dos nuevos, con un par de ediles cada uno, apoyaron a sus propios portavoces en la votación para elegir al alcalde; el PP hizo lo mismo con Jesús María Prada, pero la izquierda prevaleció con la suma de sus fuerzas: trece miran a un lado; doce al otro. "Todos trabajamos de manera sincera", admitió un conciliador Guarido, que arrancó su discurso, tras un pertinente e impersonal agradecimiento al PSOE, con un reconocimiento a la "lealtad" de los ediles salientes y al comportamiento de las instituciones en "unos años muy difíciles".

Pleno de investidura.

Pleno de investidura. / E. F.

El alcalde insistió en la importancia de "guardar el respeto", más allá de la diversidad ideológica, y se mostró dispuesto a trabajar "con humildad". "Ya hemos tenido una campaña muy cortés por parte de todos los candidatos y creo que la política es una actividad noble en la que todos intentamos que progresen la ciudad y los vecinos", repasó Guarido, que recibió el bastón de mando de manos de su compañera Laura Rivera, presidenta de la Mesa de Edad en el Pleno.

El dirigente de Izquierda Unida reclamó "debates con profundidad" en el seno de la corporación y pasó de las buenas palabras a la declaración de intenciones concretas con los proyectos que están por venir en el mandato que ya ha echado a andar: "Tenemos las travesías, la muralla, el Mercado de Abastos, el Puente de Piedra...", enumeró el mandatario local, que le hizo un guiño a dos de los portavoces, Jesús María Prada y Francisco José Requejo, al apuntar que, en las dificultades propias de los ejercicios precedentes, también en la provincia "las cosas funcionaron relativamente bien". Sus rivales políticos en la Casa de las Panaderas, han gestionado en este tiempo la política en la Diputación.

El último discurso

Francisco Guarido dejó claro también que no ha venido aquí a hacer enemigos, y menos ahora que siente que su tiempo en la política se agota. De hecho, la intervención del líder de IU, que supone de manera natural un principio, dejó entrever de igual modo un final. Esta vez, casi cantado, aunque nunca se sabe: "Espero que este sea mi último discurso de toma de posesión como alcalde", afirmó el responsable de IU, que insistió mucho en que lo importante de verdad es que, quien esté, trabaje por la ciudad.

De hecho, Guarido se permitió la licencia de reclamárselo a los otros 24 concejales, y añadió en este punto su mano tendida para que los que repiten y los nuevos reclamen su ayuda si así lo requieren: "Sabéis dónde está la puerta de mi despacho, ahí me tendréis siempre", zanjó.

Despedida al secretario municipal

Al lado de Guarido durante su breve intervención se encontraba el secretario municipal, José María García Sánchez, que fue otro de los receptores de algunos de los mensajes con un cierto poso nostálgico del alcalde: "Se jubila en los próximos días y ha trabajado con honestidad y ayudando en todo momento, como ha correspondido, a todos los alcaldes y concejales de las distintas corporaciones", concedió el mandatario político, ante la media sonrisa del funcionario.

En general, discurso incluido, el Pleno de toma de posesión fue un trámite de guante blanco y de declaración de buenas intenciones entre todos los participantes. Los abrazos, los saludos y los aplausos inundaron la sala con el juramento o la promesa de cada concejal, un punto destacable dada la circunstancia de que la corporación mezcla ahora a personas tan distintas como los ediles de IU o los de Vox. A la espera de la confrontación cuando lleguen los debates de verdad, el arranque habló de unos contendientes que están dispuestos a poner de su parte para evitar los malos modos. En la política de hoy en día, eso no es poco.

Un momento del pleno de investidura: Guarido, con los suyos.

Un momento del pleno de investidura: Guarido, con los suyos. / E. F.

La izquierda, al mando

Ahora, con el mandato ya en marcha, la oposición seguirá desde la barrera la negociación que sigue abierta entre Izquierda Unida y el PSOE para saber cómo se configurará todo. El gesto de los socialistas de votar a favor de Guarido se interpretó desde algunos sectores de la derecha como una señal evidente de que el pacto llegará, pero los protagonistas mantienen las dudas o, al menos, el misterio en público. Las reuniones continuarán ahora, pero desde la premisa que el bando progresista fijó ya en la noche del 28M: la izquierda seguirá mandando en la ciudad con el alcalde que tiene desde el año 2015.

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