La construcción del nuevo skatepark de Zamora arrancará tras la Semana Santa

Guarido y Alonso visitan la zona.

Guarido y Alonso visitan la zona. / Ayuntamiento

Luis Garrido

Luis Garrido

Las obras para construir la nueva pista de skate en la Aldehuela comenzarán una vez finalice la Semana Santa. Así lo han acordado el Ayuntamiento de Zamora y la empresa adjudicataria, la sociedad catalana Roig y Fills Associats S. L., durante la firma del acta de replanteo que ha tenido lugar en las últimas jornadas. El objetivo de la administración dirigida por Francisco Guarido es que la ciudad cuente con uno de los mejores skateparks del país, además de cumplir así con la materialización de un proyecto nacido desde los Presupuestos Participativos puestos en marcha por Izquierda Unida tras su llegada al Gobierno de la ciudad. Después de tres décadas de actividad a orillas del río Duero, ha llegado el momento de renovar las rampas.

El proyecto que se ejecutará en pleno paseo ribereño de la margen derecha obligará, en primer lugar, a eliminar toda la pista actual para dejar espacio a los nuevos elementos. De acuerdo con la información aportada en el pliego, todas las rampas patinables se construirán con hormigón armado en el mismo lugar de instalación y con un acabado manual. Se trata de un gran “flow park” que se podrá recorrer de distintas maneras, al ser absolutamente multidireccional. Esto permitirá que aficionados y profesionales de diferentes disciplinas puedan darse cita allí para la práctica deportiva.

El espacio integra diferentes elementos propios de entornos urbanos como bancos, escaleras, gradas, plataformas, planos inclinados o barandillas. También habrá una zona estrictamente reservada para la práctica de modalidades de rampa, como es el denominado “bowl”. Esta área se ha ideado con radios y dimensiones más indicados para la práctica de BMX, aunque también admite modalidades de skate. La distribución, las dimensiones y la confección de los módulos buscan una optimización del espacio y una experiencia brillante de uso para los usuarios, a la vez que se procura minimizar el mantenimiento.

El diseño, de acuerdo al proyecto, adopta una “forma orgánica muy sugerente” de su propio emplazamiento. Intenta, de esta manera, imitar la tipografía del río Duero “con sus islas y puentes”, tratando diferentes secciones del pavimento con hormigón tintado. La mayoría de las medidas de los módulos son adecuadas para todas las edades, aunque también se incluyen algunos obstáculos para los practicantes más avanzados.