Zamora se sumerge en la precampaña

Las confirmaciones de Guarido y Requejo despejan las incógnitas principales y aclaran las opciones que tendrán los electores para escoger al alcalde el 28 de mayo

Una mujer coge su papeleta durante las últimas elecciones municipales. |

Una mujer coge su papeleta durante las últimas elecciones municipales. | / Jose Luis Fernández

El domingo pasado, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, fue ratificado por la asamblea local de Izquierda Unida como candidato a revalidar el cargo en las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. Cuatro días más tarde, en un acto público celebrado en el antiguo auditorio de Caja España, el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, anunció públicamente que dejará Ciudadanos y encabezará el proyecto de Zamora Sí para aspirar también al bastón de mando de la ciudad. Quedan tres meses y medio para la jornada electoral, pero estos dos últimos anuncios han despejado las incógnitas principales sobre los cabezas de cartel. Con el PP, el PSOE y Vox ya posicionados previamente, la capital se sumerge de lleno en la precampaña.

Guarido, rival a batir

En el despacho que todos los candidatos quieren ocupar se encuentra desde hace ocho años Francisco Guarido. Su holgada mayoría absoluta en 2019 le convierte en el rival a batir en esta carrera por gobernar la ciudad y le otorga el papel de tratar de convencer a la ciudadanía no solo de que su trayectoria en estos dos mandatos merece buena nota, sino también de que conviene que continúe cuatro años más, junto a sus compañeros de Izquierda Unida, para rematar los proyectos que ha puesto en marcha desde que sustituyó a Rosa Valdeón.

Los cinco candidatos.

Los cinco candidatos.

Guarido subrayó el pasado domingo que la gente le anima a seguir y que quedan "muchas cosas que acabar"; también deslizó que no tiene "nada que demostrar" y que su forma de hacer política y de gestionar es de sobra conocida por los electores. Esas palabras expresan con claridad que, para bien o para mal, el alcalde se ha ganado una imagen como gobernante que decidirá su suerte en mayo. La campaña puede ayudarle a remarcar ciertos asuntos, a matizar algunas posturas o a defenderse de determinados ataques, pero los ciudadanos ya tienen los argumentos suficientes para valorar si quieren que continúe hasta el 2027.

Objetivo: recuperar el bastón

El trabajo de proponer, presentar medidas futuras y convencer a la gente en la calle corresponde más al resto, empezando por el candidato de la segunda fuerza en el Ayuntamiento. Jesús María Prada encabezará la lista del Partido Popular tras ofrecer ciertas pistas de su forma de hacer las cosas desde la plaza que ha ocupado durante los cuatro últimos años como vicepresidente segundo de la Diputación y como responsable provincial de Turismo, Cultura, Deporte y Educación.

Ya sin Mayte Martín Pozo en la portavocía municipal, Prada intentará vender la imagen de un PP renovado, capaz de recuperar el bastón perdido en 2015 y con un equipo solvente para gestionar. Por lo pronto, el cabeza de lista del PP ya ha comenzado a moverse entre los colectivos de la ciudad y a intensificar su presencia en la calle para lanzar una campaña de "contacto directo", basada en la necesidad de recuperar la confianza y la credibilidad después de dos mandatos en la oposición.

Oposición de picapedrero

En su caso, David Gago (PSOE) lleva ya cuatro años como picapedrero en la tarea de erigirse como una alternativa progresista, pero distanciada de la que plantea Guarido. El candidato socialista ha vivido un mandato de oposición ciertamente ingrata y parte con el objetivo de relanzar a la marca tras los golpes encajados en los últimos pasos por las urnas. Con ese fin, el más joven de los aspirantes principales tratará de vender "solidez y trabajo" y de encontrarse cara a cara con los vecinos para exponer su hoja de ruta.

Entre sus rivales estará también Requejo, que cuenta con el altavoz de ser aún el presidente de la Diputación y que le dijo "no" a la propuesta de integración del Partido Popular. A cambio, su decisión ha sido implicarse en un proyecto localista pensado para asaltar el poder municipal y para romper los equilibrios provinciales. El antiguo líder de Ciudadanos se ha liberado de la carga de las siglas y apunta a una campaña reivindicativa, arriesgada y que aspira a integrar a alguna otra fuerza.

Vox y otras opciones

El plan de Requejo es abrirse paso con vigor y cerrar la puerta a otras alternativas como la que representa Vox, que se presentará con Javier Eguaras como cabeza de lista sin que hayan trascendido muchos más detalles de su propuesta. También se prevé que fuerzas como Por Zamora, UPL y Ahora Decide, si no llega a acuerdos con Zamora Sí, se sumen a una disputa en la que Guarido tratará de defender su gestión frente a las alternativas que han surgido para competir por la Alcaldía.

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