La Diócesis de Zamora bajara poner en alquiler las instalaciones del edificio de Seminario San Atilano para conseguir su rentabilidad económica.

El gerente-ecónomo diocesano, José Manuel Chillón, aseguró que el inmueble, que dejará de cobijar el próximo curso la formación educativa, “tendrá un progreso en el que tenemos que ser muy creativos”.

Entre las posibilidades que cobran fuerza para lograrlo, el portavoz de la comisión económica mencionó la posibilidad de “alquiler de las instalaciones”. A este respecto describió que el edificio cuenta con “una segunda planta con 25 habitaciones, aulas y espacios libres y su estado estructural e infraestructural es perfecto”.

Chillón, en la presentación de la campaña “X tantos”, subrayó que en estos momentos el edificio está generando pérdidas “con el uso que se le está dando” y con una vuelta de tuerca a su empleo “no se busca el beneficio, sino lograr el sostenimiento, algo muy importante una diócesis tan antigua como la de Zamora”.

El ecónomo, además, extendió el objetivo de lograr la rentabilidad para el Seminario de Toro, aunque no mencionó ningún tipo de detalles sobre cómo lo harían, tras el cierre del recinto desde hace años.

El gerente-ecónomo diocesano desgranó que la Diócesis de Zamora tiene “edificios vagos que generan muchas pérdidas para la institución”, y anunció la puesta en marcha de un programa de ahorro que “supondrá en este capítulo entre 70.000 a 80.000 euros de ahorro”.

Respecto al cierre del Seminario San Atilano, el obispo de Zamora Fernando Valera precisó que “el seminario menor sigue abierto. Lo que no va a tener es un colegio unido a él. Los alumnos irán a un colegio concertado (la Milagrosa)”. El presbítero remarcó que “el seminario menor seguirá activo, con otro ritmo, y con actividades de pastoral vocacional”.

El ecónomo precisó que “no somos una empresa, no estamos para ganar dinero, pero tenemos que funcionar como lo hace lo público, sabiendo que tenemos que gestionar bienes que no son nuestros y que no lo han sido y que no lo serán”.

José Manuel Chillón anunció que en próximas fechas “el portal de transparencia empezará a funcionar”, que van a poner en marcha el sistema de contabilidad de la Conferencia Episcopal Españolaen todas las parroquias, de tal forma que todos los datos estén contabilizados”. Señaló que “nos hemos comprometido en dar cuenta de las cuestas” y añadió que “estamos a punto de aprobar nuevos reglamentos de buenas prácticas”.

Comisión de patrimonio

A mayores, el ecónomo sostuvo que las inversiones diocesanas que tienen que ver con el mantenimiento y rehabilitación de patrimonio, “casi ronda los 400.000 euros”, un trabajo que tiene que “estar avalado por una comisión de obras que gestionará con la ayuda de técnicos que tienen voz, pero no voto porque la idea de monseñor Valera es que las comisiones tienen que estar integradas por sacerdotes y por personas que no estén vinculadas contractualmente con la Iglesia” de Zamora.

758.000 euros a través de la campaña de la Renta en 2020

El gerente-ecónomo diocesano, José Manuel Chillón, indicó que la iglesia de Zamora recibió 758.000 euros de la campaña de la renta de 2020, procedente de 36.033 contribuyentes, 32 más que en el ejercicio anterior. Además, casi un 43%, en concreto un 42,9%, de las personas que apostaron por poner la “X” para la Iglesia en Zamora, frente al 30% nacional y únicamente entre un 15-20% son practicantes. De estos datos Chillón extrajo que “la iglesia de Zamora capta la voluntad de un 20% que puede que no tenga una práctica diaria o una vinculación de aquella manera, pero que sí reconoce la tarea educacional, asistencial y caritativa”. Testimonió que los recursos propios, las actividades de culto, los alquileres, las subvenciones, las donaciones o las herencias “todavía están lejos de autofinanciar a la iglesia de Zamora” e indicó que “poner las “X” en la casilla de la Iglesia católica y para los otros fines sociales es un acto de generosidad y si alguno de los ciudadanos da un donativo de 150 euros a la iglesia o cualquier ong, le devuelven 120 euros”.

El obispo de la diócesis, en la inauguración de la muestra en Alcañices. Emilio Fraile

Por su parte el obispo de Zamora, Fernando Valera, remarcó que “necesitamos la contribución tantos de cristianos como de personas de buena voluntad para seguir haciendo el bien en el ámbito religioso, cultural y en todos los niveles de pobreza y donde tantas personas nos puedan necesitar”. El presbítero enfatizó que “la Iglesia quiere seguir anunciado el Evangelio en cada rincón en una diócesis despoblada, los 375.000 kilómetros” que pagan por desplazamientos a los sacerdotes “los realizan curas a veces de mucha edad”.