La cultura española ha protagonizado varios de los trabajos del pintor Javier Montesol y desde ayer una nueva muestra reúne, en la galería de arte Espacio 36, casi 40 obras firmadas por él e inspiradas en una sesión de baile compartida con la bailaora zamorana Alicia Almeida.

Montesol con anterioridad ha consagrado exposiciones a la tauromaquia y al flamenco, arte que protagonizó la propuesta expositiva que el pintor desarrolló en Luxemburgo el pasado año, donde exhibió creaciones sobre la danza española para lo que se documentó a partir de escenas de la película “Los Tarantos” o fotogramas de la película “Flamenco” de Carlos Saura. En aquel proceso creativo como dibujante “iba profundizando en la tremenda plasticidad y belleza de aquellos movimientos pues no solo era escuchar la música, era el movimiento”, describe el pintor.

La fascinación de Montesol por el flamenco le llevó a plantearse la necesidad de realizar una sesión en vivo con una bailaora. “Tenía que contagiarme de verdad de aquel arte” testimonia el autor que se acordó de la estrecha relación del galerista Ángel Almeida con el flamenco.

Finalmente Javier Montesol “una fría mañana de finales de noviembre” pasó unas horas con la bailaora zamorana Alicia Almeida en la academia que esta tiene en Madrid. “Recuerdo que comenzó bailando unos caracoles que forman parte de su repertorio y yo iba con portátil y un cuaderno de apuntes” testimonia el creador que a partir de la química surgida con la zamorana ha desarrollado una serie de cuadros en los que evidencia su dominio de la técnica, donde a partir de una pincelada amplia ha captado la esencia de cada uno de los movimientos que la artista efectúa vestida con bata de cola cuando suena la música. “Me interesa el movimiento porque en él está la vida. La pintura sin vida para mí carece de sentido”, argumenta quien fuera uno de los protagonistas de la época del cómic underground de los años 70 y 80 en España.

Apuntes de Alicia”, durante las próximas dos semanas, reúne 27 óleos sobre lienzo, tres ellos de gran formato que aluden a veladas flamencas de los años 70 en Morón, sin olvidar diez deliciosas propuestas sobre papel donde Montesol combina óleo y acuarela.

La inauguración ayer se convirtió en la unión de disciplinas artísticas. La única galería de la ciudad se convirtió en un tablao, pues acogió una sesión de baile alumnas de la escuela de Carmen Ledesma danzaron “Carmen” de Bizet así como una guajira y posteriormente Alicia Almeida interpretó una amplia pieza.