Más que viejos conocidos son auténticos amigos y por eso accedieron casi instantáneamente a la propuesta que les puso sobre la mesa Ángel Almeida: participar en una exposición conjunta bajo el título común de “Dos realidades”, que reúne cuadros del salmantino Alfonso Cuñado y el madrileño Manuel López Herrera.

“La última vez que coincidimos fue en la Feria de Arte de Taipei”, rememora Alfonso Cuñado, “encantado” de poder exponer junto a su amigo en la galería zamorana, donde han participado en anteriores ocasiones en muestras individuales. “Y lo mejor es que no competimos entre nosotros, porque se trata de dos visiones totalmente diferentes”, considera.

Por su parte, López Herrera se muestra “muy satisfecho” con el resultado de esa unión artística. “Conociendo el estilo de pintura que tenemos cada uno, sabía que iba a funcionar. Es como si se complementaran, al ser formas tan distintas de hacer arte. Tenemos dos lenguajes distintos pero a la vez complementarios, así que no nos estorbamos el uno al otro”, bromea.

La propuesta del autor madrileño se basa en una colección de cuadros en pequeño y mediano formato, todos ellos con su particular lenguaje. “Hay muchos personajes puestos en diferentes escenarios, mientras que los cuadros de menor tamaño son una especie de bocetos de otros cuadros que también pertenecen a esta exposición”, describe. De este modo, estos trabajos muestran en cierta medida el proceso de creación de López Herrera, sumando interés a la muestra. “La técnica que utilizo es la misma en ambos, pero los bocetos son mucho más ligeros, más espontáneos”, detalla.

Completa su colección en esta muestra una serie de bodegones, un tema poco tratado durante su carrera artística. Otra característica que sorprende de ellos es la profusión de color, teniendo en cuenta de que se trata de un autor que se caracteriza por el uso de los grises. “Están tratados como mis otros cuadros que cuentan con figuras, aunque puede que estos sean más minimalistas y aparentemente más sencillos, pero el lenguaje es el mismo, la ironía predomina en todos ellos”, afirma.

Dos visitantes observan las obras de la muestra “Dos realidades”, en la galería zamorana. | Emilio Fraile

Música, paisajes urbanos de grandes urbes anónimas, lectura y meninas son las propuestas que recoge por su parte Alfonso Cuñado. Se trata de unas temáticas relativamente nuevas en su carrera, aunque el último de ellos lo ha “recuperado” después de varios años. “Las meninas se convierten en una excusa para hacer arte abstracto”, confiesa, “porque se trata de formas muy simples, que las hago diferentes utilizando colores, transparencias, veladuras...”. Precisamente el color es uno de los aspectos a los que más importancia da en sus obras. “Para mí, es el lenguaje de la emoción, me expreso a través de los colores”, asegura. Unos colores que además sabe utilizar de manera armónica. “Los intento controlar mucho, aunque utilice colores tan opuestos en un cuadro como el violeta y el amarillo y la combinación del naranja con el azul. En estos casos, intento conseguir esa armonía cromática y hacer que el color sea protagonista”.

En este sentido, Cuñado apunta que la temática en sus cuadros es algo “secundario”, en el sentido de que cualquier tema lo considera válido para expresarse. “Lo principal es ver si soy capaz de transmitir las emociones que debe recibir el observador, emociones que el pintor suele sentir en el estudio”, explica.

Otra de las características clave de la obra del artista salmantino son las pinceladas, que él describe como “el control de la espontaneidad. No hago un dibujo rígido que me esclavice ni un boceto previo, sino que, de alguna manera, voy improvisando a medida que encuentro con el cuadro”, argumenta.

La muestra “Dos realidades” podrá visitarse en la galería Espacio 36 hasta el próximo lunes 8 de noviembre en horario de lunes a sábado, por las mañanas de 12.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.30 horas en horario de tarde.