La Policía Municipal inicia este fin de semana una vigilancia nocturna más estricta en las calles de Zamora. Así lo confirmó este viernes la concejala de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento, Concha Rosales, que explicó que se trata de una medida motivada por el alivio de las restricciones al ocio nocturno, que genera un mayor movimiento en la vía pública, y que apuntó que la decisión también sirve como respuesta a un incidente acaecido el fin de semana pasado y que causó daños a dos agentes locales, según la edil.

Rosales aclaró que los trabajadores municipales sufrieron problemas leves, pero subrayó que ambos requirieron de atención sanitaria tras un enfrentamiento con personas que, según la versión de la concejala, se hallaban en estado de embriaguez. En aras de evitar que esta circunstancia se repita y de contar con los efectivos suficientes, otra patrulla de agentes locales estará presente en la vía pública para atajar esta clase de comportamientos y “follones”.

Todo ello, en un contexto marcado también por la apertura de las discotecas y del resto de negocios de ocio nocturno: “Estamos a la expectativa”, reconoció Rosales, que vinculó el incremento de la presencia policial a los motivos previamente citados y no a la necesidad de establecer un dispositivo especial para controlar el cumplimiento de los aforos en los locales, que esta semana todavía se encuentran sujetos a limitaciones y que, en todo caso, mantendrán el uso obligatorio de la mascarilla y de la distancia de seguridad en espacios interiores.

Lo cierto es que, ya durante la noche del jueves al viernes, la actividad nocturna se vio incrementada en Zamora, con las calles de bares y pubs de la ciudad de nuevo pobladas por jóvenes, especialmente universitarios, dispuestos a divertirse dentro de las normas que todavía han de cumplirse en el marco actual. Rosales certificó que, durante esta primera madrugada, no hubo intervenciones de la Policía Municipal y todo discurrió de forma tranquila, sin avisos y sin problemas graves que lamentar.

"Riesgo controlado"

La idea de los agentes es que la situación se mantenga en esa línea de tranquilidad y de diversión sana durante este fin de semana y también a partir del día 21 de septiembre, cuando la Junta de Castilla y León dará paso a la llamada situación de “riesgo controlado” en la que ya se podrá acudir a las discotecas sin límites de aforo.

Con el nuevo escenario, los horarios de cierre de los establecimientos ya no quedan sujetos a las restricciones del coronavirus, sino que están marcados por la licencia municipal de cada negocio. Esa circunstancia abre un escenario de normalización para el sector, que podrá ir recuperando parte del terreno perdido tras ejercer el papel de daño colateral de una pandemia que ha llevado a empresarios y trabajadores al límite durante meses de cierre ininterrumpido.

Este panorama también cambiará el modo de trabajar de los agentes, que han pasado meses centrados en controlar el cumplimiento de las medidas impuestas para vigilar la evolución sanitaria. Ahí se enmarcan el toque de queda, los cierres de la hostelería o los comportamientos ciudadanos en relación, por ejemplo, al uso de la mascarilla. Todo ello va terminando, poco a poco, para dar paso a una labor más rutinaria.

Rosales insistió este viernes en que permanecerán atentos al comportamiento de los ciudadanos en los próximos días para asegurarse de que hechos como los que sufrieron los dos agentes la semana pasada no se vuelvan a repetir.

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