4.500 vehículos cruzan cada día la frontera portuguesa por Zamora

La creación de un marco legal para los trabajadores transfronterizos es una de las prioridades que España y Portugal se han marcado dentro de la Estrategia Común de Desarrollo. El objetivo es dar soporte a todos aquellos ciudadanos, de uno u otro país, que se ven obligados cada día a cruzar la frontera para desarrollar su labor profesional. En la provincia de Zamora, entre los pasos por carretera que se distribuyen a lo largo de La Raya, circulan 4.500 vehículos cada jornada y buena parte de ellos lo hacen para trabajar. Por eso, este ha sido uno de los primeros puntos a tratar en la primera reunión de la comisión de seguimiento de los acuerdos de la Cumbre Hispano-Portuguesa de Guarda. Un encuentro bilateral que sentará las bases del futuro para los profesionales.

Los secretarios de Estado de España y Portugal responsables de Asuntos Europeos, Juan González-Barba y Ana Paula Zacarias, han sido los encargados de poner en funcionamiento la aplicación de la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo, un documento marco que busca abordar, de manera conjunta, el desarrollo de oportunidades de crecimiento económico, generación de empleo y mejora de la calidad de vida de las personas que viven a ambos lados de La Raya. Lo han hecho prestando especial atención a tres puntos clave, como son el estatuto del trabajador transfronterizo, el documento único de circulación para menores a ambos lados de La Raya y la colaboración entre servicios de emergencia.

Se trata de la primera piedra de toque de esta Estrategia, pero aborda uno de los temas más sensibles y reclamados por quienes se ven obligados a cruzar cada día la frontera para poder trabajar. Según el último informe del Observatorio Transfronterizo España-Portugal publicado en septiembre, los pasos por carretera de la provincia de Zamora hacia el vecino luso soportan un índice de tráfico medio de 4.597 vehículos diarios. A lo largo de La Raya se puede cruzar por Calabor, Rihonor, San Martín del Pedroso (por dos zonas), Tres Marras, Moveros, Moralina y Fermoselle.

De todos ellos, el que más tráfico soporta es el de San Martín del Pedroso por el puente internacional hacia Quintanilha, que une la carretera N-122 con la IP4. Por ella pasan cada día más de 2.300 vehículos diarios y su utilización ha crecido exponencialmente a lo largo de los últimos años. A continuación, por volumen de tráfico, se sitúa el enlace de Moralina hacia Miranda do Douro por la ZA-324 para enganchar con la IC5. Esta vía soporta 696 movimientos diarios, según los mismos datos. En el lado contrario, el paso fronterizo menos utilizado es el que se encuentra en la variante de San Martín del Pedroso que engancha con la EN218 portuguesa, con una intensidad de 83 vehículos diarios. Por Rihonor, asimismo, tan solo cruzan 117 vehículos al día.

Precisamente, debido a la alta presión que soportan los pasos fronterizos entre España y Portugal, existe un objetivo primordial dentro de la Estrategia Común de Desarrollo que consiste en la mejora de las infraestructuras por carretera, sin desdeñar también la opción ferroviaria. Esos fueron algunos de los acuerdos tomados el pasado mes de octubre en la cumbre bilateral de Guarda, en la que participaron los presidentes Pedro Sánchez y António Costa.

A diferencia de la mayoría de áreas de frontera en la Unión Europea, los territorios transfronterizos entre España y Portugal (1.214 kilómetros de frontera terrestre) sufren dinámicas demográficas regresivas, con pérdida de población y envejecimiento. Revertir esta situación es clave para revitalizar estos territorios, fijar población, y reducir su vulnerabilidad demográfica, social y económica, lo que requiere políticas y estrategias adaptadas a estos territorios que permitan aprovechar el impulso de los planes de reconstrucción europeos que podrían llegar a partir del año próximo.

La Raya busca su futuro y por primera vez ambos países parecen dispuestos a cumplir con los acuerdos adoptados en cada una de sus cumbres bilaterales.

AMBOS PAÍSES CONFÍAN EN QUE LOS FONDOS DE RECUPERACIÓN SE DESBLOQUEEN ANTES DE ENERO

La comisión de seguimiento de la Cumbre Hispano-Portuguesa de Guarda sienta un buen precedente de cara al futuro, dado que los acuerdos adoptados en estas reuniones rara vez llegan a buen puerto. Ambos secretarios de Estado son los responsables de coordinar este pionero instrumento y a tal fin ha viajado Juan González–Barba a Lisboa, donde ha tenido lugar una reunión interministerial, en formato híbrido, con la participación de 12 ministerios sectoriales por parte española, y 10 por parte portuguesa. En el curso de dicha reunión, se ha examinado el grado de aplicación de los objetivos y acuerdos de la cumbre y se han puesto en marcha los correspondientes programas de trabajo para avanzar en dicha aplicación.

Los asuntos abordados se han centrado en las infraestructuras, la energía, el medio ambiente, los derechos sociales, la cooperación transfronteriza, la digitalización, la política de defensa, la colaboración en materia de seguridad, el sector agrícola o la colaboración turística. Otro tema destacado de la Cumbre ha sido la coordinación en la ejecución de proyectos en el marco de los Planes de Recuperación de ambos países con fondos europeos. De hecho, ambos países se han mostrado confiados en que finalmente se logre el desbloqueo de los fondos europeos para este mecanismo de recuperación antes del 1 de enero porque de lo contrario “todos vamos a salir perjudicados, y la Unión Europea en su conjunto”, afirmaba Juan González-Barba.

La provincia de Zamora, como eje fundamental de esta frontera empobrecida, espera como agua de mayo la llegada de esos fondos europeos.