Bajo fuertes medidas de seguridad se ha celebrado la eucaristía en honor a la Virgen de la Concha este extraño Lunes de Pentecostés, en el que la tradicional romería de La Hiniesta se ha sustituido por una serie de actos religiosos. El párroco de San Benito y capellán de la cofradía, Francisco Abad, ha insistido durante la misa matinal en San Vicente, retransmitida en directo por LA OPINIÓN-EL CORREO en colaboración con la Cofradía de La Concha, sobre lo efímero de la vida en alusión a la tragedia provocada por el coronavirus. Igualmente se ha referido a todas las familias que han vivido con dolor esta cuarentena, como la de Antonio Martín Cabañas, número uno de la hermandad, fallecido hace una semana.

Se estrenaba en el cargo de presidente Ricardo Flecha, que ha estado al frente de la organización, pensada como si la Nuestra Señora de la Concha fuera a salir en procesión: adornos florales, andas, suelo alfombrado de tomillo. Los propios hermanos se han presentado en el templo de San Vicente con flores, agotando el aforo máximo en el interior de la nave.

La cofradía ha garantizado la máxima seguridad, con distancia de seguridad y gel hidroalcohólico. La comunión se ha celebrado con estrictas normas contra el contagio. Al final de la ceremonia, las dulzainas y tamboriles de la Escuela de Folclore del Consorcio de Fomento Musical han interpretado la tonada de La Concha que acompaña todos los años a los romeros hasta La Hiniesta.

La iglesia ha quedado abierta para la visita de los zamoranos y, finalmente, ha sonado la melodía de La Concha en este extraño Lunes de Pentecostés, teñido por las restricciones de la pandemia, pero también con la esperanza de dejar atrás sus efectos.

A las 13.00 horas, retransmisión en LA OPINIÓN-EL CORREO del saludo de pendones y de la misa en La Hiniesta.A las 13.00 horas, LA OPINIÓN-EL CORREO