Los socios gallegos de Amigos del Románico llegaron ayer a una nublada Zamora para visitar algunos de los símbolos del patrimonio de la diócesis y se encontraron con? "una Catedral horizontal". Les llamó la atención la estructura de la nave principal coronada por el popular cimborrio y, a su lado, la esbelta Torre del Salvador erigida en tres cuerpos rematados por las campanas. Toda una revelación si se compara el monumento zamorano con las grandes catedrales -en particular, con las góticas- donde cada elemento abandona su peso para apuntar el cielo.

Fueron unos cuarenta miembros -el colectivo internacional tiene un millar de socios y unos sesenta en la zona de Galicia y Portugal- los que participaron en la expedición que habían comenzado el viernes para unir en el mapa la comunidad gallega, el románico de la comarca de Braganza y Zamora, previa parada en esa isla visigoda que supone San Pedro de la Nave. El paseo interior por las naves de la Catedral del Salvador les llevó más de media hora. "Aunque este edificio es mayoritariamente románico porque se construye en un periodo de tiempo relativamente corto, el monumento va añadiendo objetos importantes, como esos tapices flamencos, que son únicos". La valoración corresponde a Augusto Guedes, coordinador de Amigos del Románico en Galicia y Portugal. "La Puerta del Obispo es una joya que irradia ese modo de hacer zamorano que también está presente en modelos de Asturias o en la provincia de Ourense", relata el también director de la revista del colectivo.

Pero hay más dentro del tópico zamorano cuando se habla de románico. Guedes se refiere a la más que visitada iglesia de La Magdalena. No solo por su portada -cuya ornamentación era ayer parada obligatoria para muchos de los grupos de turistas que aprovecharon el puente para descubrir la ciudad- sino por su joya interior: el sepulcro. "Nos llama la atención el misterio de no saber quién es la mujer que descansa ahí dentro", explica Augusto Guedes.

Los halagos proceden de quienes exportan el románico de la Catedral de Santiago y su tesoro más preciado, el Pórtico de la Gloria del maestro Mateo. Y eso que los amantes gallegos del primer estilo artístico internacional apuntan a otro legado, el de la Ribeira Sacra. "Es un románico escondido con más de un centenar de templos entre los cauces del Miño y del Sil", explica Guedes. También una razón más para devolver la visita a los gallegos.