"Un lugar de reunión para la gente semanasantera". La definición de bar cofrade se extrae de una experiencia con especial predicamento en ciudades del sur como Sevilla o Andalucía, emergente en otras tan cercanas como León. ¿Cómo en Zamora no existía todavía un espacio donde se respire la Pasión durante todo el año? A esa pregunta han querido responder un grupo de jóvenes emprendedores zamoranos, que hoy estrenan el primer bar cofrade de la ciudad en la calle Aire. "Hasta en los baños tiene que haber alguna referencia a nuestra Semana Santa", apuntan los responsables, para dejar clara cuál es la idea: respirar el aroma de la Pasión.

Antes de lanzarse a importar el modelo extendido en Andalucía, los promotores presentaron el proyecto a la Junta pro Semana Santa. "Les encantó la idea. Tanto Antonio Martín Alén como Ramón Alba nos han ayudado mucho", explica David Fuentesaúco, uno de los socios. Para el estreno de hoy, esperan congregar en el nuevo espacio a representantes de la Junta de Cofradías, de las hermandades o de las bandas de música. Como si de un nuevo espacio sagrado de la Semana Santa se tratase, el párroco José Álvarez, don Pepe, extenderá allí su bendición.

"Hemos querido ser muy respetuosos con las imágenes de la Pasión", insiste David. En la decoración existe una preocupación por "no mostrar las imágenes, sino las cofradías". De hecho, las 16 hermandades zamoranas están presentes en alguno de los murales que visten las paredes del local. Los diseños han sido realizados por uno de los socios de este negocio familiar, Rubén Fuentesaúco. Uno de ellos muestra las esquilas del Barandales, donde se mezclan imágenes de diferentes procesiones. En otro, aparece la puerta del Museo, "símbolo" de la Junta pro Semana Santa. Y en el más espectacular, un reguero de cofrades de raso blanco y verde recorre el Puente de Piedra en una luminosa mañana del Jueves Santo. Junto a la Pasión, muestras de arte zamorano en las obras de Fernando Chacón o de Antonio Pedrero, quien se emocionará al ver su célebre mural de La Golondrina en una de las paredes del local.

"La Lanzada", tapa estrella

Pero, ¿qué hay de la gastronomía? David Fuentesaúco revela un secreto cocinado a fuego lento. Porque las tapas tienen también nombre de Semana Santa -de la "corona de espinas" a "la lanzada", una brocheta de pulpo a la brasa- y el dos y pingada cobra forma de tosta.

En definitiva, el primer bar cofrade de Zamora será un espacio para todos, aunque especialmente adecuado para reuniones de semanasanteros. Sobre todo en las semanas previas a la celebración por excelencia de la ciudad, cuando comienzan a bullir las ganas de vivir las procesiones.