El cambio llega derivado de la llegada de la telefonía móvil de cuarta generación y la alta velocidad para navegar en la web en los dispositivos móviles. La tecnología, conocida popularmente como 4G, ya empieza a ser ofertada por algunas compañías y necesita que la señal televisiva le deje espacio.

Así las cosas entre octubre y diciembre se liberará la banda de frecuencias entre los 790 y los 862 megahercios, frecuencias en parte ocupadas por los canales de TDT después del apagón analógico de hace ya cuatro años. Las compañías de telefonía móvil -Movistar, Vodafone y Orange- pagaron cerca de 1.800 millones de euros para que se les permitiera usar esta franja radioeléctrica a partir del primero de enero del año que viene.

Este "dividendo digital", tal como se llama el proceso, tiene un gran valor para las telecomuniaciones porque, debido a que son frecuencias bajas, ofrece una mejor cobertura en el interior de los edificios y cubre con mejor calidad las áreas más extensas, lo que permitirá el desarrollo de la banda ancha móvil. Las asociaciones de consumidores creen que el coste estaba incluido en lo que pagaron las compañías telefónicas en 2011 y aseguran que, si España "se precipitó" en la implantación de la TDT, "no es problema de los consumidores".