El programa taurino de San Pedro también tuvo ayer un hueco para los más pequeños. Los niños acudieron a la Plaza de Toros para iniciarse en el mundo taurino. Delante tuvieron cuernos, pero no de toros, sino de los divertidos carretones que hacen las veces de un astado bravo. En el albero, triunfó el buen humor, la carrera y la risa.