Desde el centro, las responsables de los ciclos realizan pedidos de los distintos productos de belleza que se utilizan en las clases, pero los botes se van gastando. «Las chicas a veces se han tenido que llevar el champú de casa, porque se acaba, por ejemplo, el específico de tinte, como ha pasado cuando me tuvieron que lavar un día».

También en Estética tienen ese problema, y según las usuarias, se conservan productos que no están en las mejores condiciones. «Entiendo que sea caro tener un abanico amplio de todo lo que hay en el mercado, pero al menos, que lo que haya no esté caducado, como a veces parece», expresa una «clienta», aunque no pueden recibir tan calificativo porque no se cobra por los trabajos realizados.