Entre 14.000 y 15.000 personas, según los sindicatos, y unas 8.000 según las autoridades, fueron las que acudieron ayer a la manifestación contra las medidas de recorte del Gobierno promovida por los sindicatos. Esta afluencia supera en mucho a la registrada en la marcha que se produjo con motivo de la huelga general del pasado marzo, en la que hubo 8.000 manifestantes según las organizaciones sindicales y menos de 4.000 según la Subdelegación.

Este dato convierte a la marcha de ayer tarde en la más multitudinaria de las que se han celebrado en Zamora por motivos laborales, ya que se superarían las 10.000 personas que se congregaron en el año 2000 para exigir el cumplimiento del Plan de Choque. También sería una de las protestas más masificadas de la historia de la ciudad, tan sólo superada por otras clave como la de la Guerra de Irak o el 11-M.

En la marcha, que tuvo un carácter muy festivo, participaron personas de todas las edades y de todos los sectores de la economía, unidos por el común rechazo a las medidas del Gobierno de Rajoy. Manuel Hidalgo, que reconoció que no hizo huelga durante la jornada laboral por no perder un día de salario, aseguró que «la política de Rajoy me produce un profundo rechazo, sobran los motivos para acudir a la manifestación y que se enteren de que no vamos a dejar que nos pisoteen más».

A la marcha acudieron personas de los pueblos cercanos a la capital, e incluso de otros lugares como Benavente salieron varios autobuses que trasladaron a Zamora a unas 200 personas.

Eugenio González y Nieves García, líderes provinciales de CC OO y UGT, celebraron ya frente a la Subdelegación del Gobierno el éxito de la manifestación, que sirvió además para hacer un éxito de un día de paros en el muchos de los trabajadores acudieron a sus puestos laborales.

González, que ayer vivió su última huelga general como secretario provincial de CC OO, afirmó que «los zamoranos han mostrado hoy su profundo rechazo a las políticas neoliberales del PP con esta masiva marcha».

Por su parte, Nieves García animó a todos los asistentes «a seguir luchando por los derechos laborales» y recordó que «lo que hoy tenemos es gracias a la lucha de nuestros antepasados», por lo que apuntó que «no hay lugar para el miedo». También afirmó que la «lucha no acaba aquí» y que, si la situación no mejora, «mañana mismo empezaremos a trabajar para montar otra protesta».