La mañana de huelga en la capital fue de las más tranquilas que se recuerdan, en parte gracias a que los piquetes informativos de los sindicatos no provocaron ningún incidente y no hubo grandes altercados con los pequeños empresarios y trabajadores que ayer decidieron acudir a su puesto de trabajo.

La actividad sindical comenzó en la noche de martes en Zamora Limpia, donde se concentraron varios huelguistas y miembros de la empresa para controlar que se cumplían los servicios mínimos e intentar convencer a los compañeros de que secundaran el paro general. Tras esto, los sindicalistas recorrieron la ciudad hasta las dos de la madrugada lanzando volatinas «para que la gente se entere de que es huelga general», según Nieves García, de UGT.

La actividad mañanera se centro en los pequeños comercios de la ciudad, a los que los huelguistas animaron, sin mucho éxito, a secundar una protesta «muy descafeinada», según los propios miembros del piquete. El punto de partida fue el edificio sindical, a las 9 y media de la mañana, hora en la que la mayoría de las tiendas de la ciudad abren. Mientras tanto ya se había iniciado la actividad con normalidad en Mercazamora o el Mercado de Abastos. En esta ocasión prácticamente no se boicoteó ninguna cerradura, ya que según la CEOE sólo se tenía cuenta de un caso en la calle San Torcuato y otro más en el que los cerrajeros tuvieron que actuar.

Uno de los principales puntos en los que los piquetes centraron la actividad fueron los bancos, en los que se pegaron gran número de carteles y se intentó impedir la entrada de los clientes. Como consecuencia, en Santa Clara, se vivieron algunos episodios de tensión entre sindicalistas y ciudadanos que pretendían acceder a las entidades, pero nada pasó de los enfrentamientos verbales. Los miembros de los piquetes escenificaron su rechazo a la ley hipotecaria y aprovecharon para pedir a los bancos medidas para ayudar a los que no pueden pagar su hipoteca.

Uno de los pocos momentos de tensión se vivió en las obras de la estación de tren, en las que los piquetes entraron e hicieron que varios trabajadores abandonaran su puesto de trabajo. Uno de los responsables de la obra obligó a los sindicalistas a abandonar las instalaciones y estos le acusaron de que allí estaban trabajando personas sin contrato, por lo que anunciaron que hoy lo denunciarían. Ya por la tarde varios niños se encontraron con las puertas cerradas de la ciudad deportiva, ya que presumiblemente los trabajadores habrían secundado la huelga sin avisar.