Las casualidades del destino han hecho coincidir la fecha en la que ETA asesinó al zamorano Isaías Carrasco con el día en el que el terrorista que le mató fue detenido en Normandía, con apenas una semana de diferencia. La noticia ha llenado de regocijo al pueblo natal del ex concejal, natural de Morales de Toro, aunque abre la caja del dolor y de los recuerdos para sus tías y primos que residen en la localidad zamorana. «Todo se remueve por dentro ante algo así porque, aunque es una buena noticia, eso no repara el dolor por la pérdida de nuestro querido Isaías», coinciden en señalar sus familiares y vecinos. Su recuerdo está estos días más presente que nunca en el municipio zamorano.

«¿Te has enterado, Rosa? ¡Han pillado al etarra que mató a tu sobrino!». El mensaje partía de uno de los mejores amigos de Isaías Carrasco, el ex concejal socialista asesinado por ETA hace dos años en Mondragón, y la destinataria de la noticia era Rosa Carrasco, la tía del edil natural de Morales de Toro. Una sensación extraña atravesó como un cuchillo el cuerpo de la mujer: «De repente me acordé de mi sobrino, de su cara y de todos los recuerdos que tengo de él». Reconoce que, tras conocer la detención de la cúpula de ETA, «sentí que por fin se iba a hacer justicia aunque todo se remueve por dentro otra vez».

La tía de Isaías Carrasco, el resto de sus familiares que residen en Morales de Toro y todo los vecinos del municipio hicieron ayer un «flashback» en el tiempo y se remontaron al 7 de marzo de 2008, hace casi justo dos años, cuando el joven murió en el hospital tras ser alcanzado por tres impactos de bala cuando acababa de subirse a su coche para ir a trabajar. Antes de que girara la llave para arrancar el vehículo, un individuó se acercó al coche y le disparó cinco tiros a través del parabrisas. La vida de un hombre de 42 años se apagaba para siempre.

La tragedia sigue reciente, casi abierta e imborrable para los vecinos de Morales, quienes se volcaron con la familia cuando la banda asesina ETA actuó contra otro hombre inocente. «Soy una mujer creyente y no quiero venganza, pero deseo que se haga justicia y que acabe su vida en la cárcel para que no pueda hacer más daño a otras familias», admite en relación a la muerte de su sobrino.

Indalecia Pérez es otra de las tías de Isaías Carrasco que reside en Morales, quien confiesa que «esos mazazos que da la vida nunca se olvidan y la detención del asesino alivia pero no quita el dolor», apunta. De la misma opinión es Dionisia, otra de las tías del ex edil que vive en Vitoria pero que visita Zamora con frecuencia: «en agosto yo hablé con su madre y me dijo que estaban sobre la pista del asesino de Isaías, así que confiábamos que cualquier día lo iban a detener», explica. Su hijo, Felipe Domínguez, también reside en Vitoria y acompaña a su madre en el viaje hasta Zamora. Según revela Dionisia, «él ni siquiera ha sido capaz de comprar el periódico porque se le revuelve todo por dentro al volver a ver las imágenes». El primo del fallecido asistirá junto a su madre a Mondragón el próximo 7 de marzo para asistir a la misa con motivo de los dos años del asesinato del zamorano. «Son unos días tristes a pesar de que no podemos ocultar que nos alegramos de la detención del etarra», sopesa Felipe Domínguez. Sentimientos de «rabia, ocio, impotencia y, sobre todo, malestar al ponerle cara a quien mató a nuestro primo», apunta, por otra parte, la mujer de un primo carnal de Carrasco que reside en Morales de Toro.

Para todos ellos, la muerte de «nuestro Isaías» es irreparable pero sus lágrimas son diferentes a las derramadas ese fatídico 7 de marzo de 2007: «ahora sabemos que el terrorista va a pagar por todo el mal que hizo y esperamos que así sea hasta el final de sus días».