Cuatro sorianos y un objetivo: dejar huella en la ruta del Duero con sus bicicletas. Así se presentan los protagonistas que han pasado por diversos puntos de la localidad zamorana acompañando a su conciudadano fluvial.

Alfonso Sala, Pedro Andrés, Alberto Antón y Óscar Puerta son los ciclistas que han decidido llevar a cabo esta ruta por amor a Soria y al propio río. Una iniciativa que se han propuesto con la intención de promocionar el «gr 14», sendero de Gran Recorrido que pretende seguir el curso del Duero y, a la vez, para comprobar los estados de las vías de comunicación.

Zamora sólo es un punto de paso para estos cuatro ciclistas que, tras recorrer las ciudades de Tordesillas, Toro y Zamora, han decidido hacer un alto en la localidad de Moralina de Sayago para disfrutar de su comida rural: «Después de estar siete u ocho horas subido a una bicicleta, siempre procuramos recuperarnos en un lugar que nos pueda reportar tranquilidad y descanso», comentaba uno de los ciclistas.

La próxima parada de estos cuatro ciclistas será Fermoselle para continuar hacia Portugal en un trayecto que tiene previsto finalizar en cinco días. Sin embargo, la ruta a partir de aquí se complica: «El «gr 14» presenta también sus complicaciones ya que en numerosas ocasiones aparecen caminos incorrectos o en mal estado por lo que no se puede pasar con la bici». Lo que está claro es que estos cuatro ciclistas no se cansan de recorrer la zona que tanto aman. Un trayecto para disfrutar durante cada uno de los 145 kilómetros que componen la ruta. Caminos, bicicletas y, sobre todo, el río Duero.

La provincia se vuelca con los participantes en la iniciativa turística

A buen entendedor pocas palabras bastan, y estos cuatro ciclistas no se andan con rodeos a la hora de exaltar la generosidad de los zamoranos en relación al trato recibido. No han sido pocos los que les han ofrecido comida y alojamiento, ni los que se han acercado hasta ellos para aconsejarles acerca de cuáles son las mejores rutas y caminos para recorrer la zona en bici. Y es que en varias ocasiones estos sorianos han tenido que dormir al raso después de una dura jornada de pedaleo. Pero estos ciclistas se conforman con poco y no hacen planes previos, por ello aceptan lo que se encuentran en el momento y, en ese sentido, el trato que ofrece la ciudad es singular: «Zamora destaca por sus gentes».