Francisco Somoza profundiza en la transformación de Zamora con la Pasión

La ciudad se transforma y "se convierte en un gran teatro en la que los intérpretes principales son nuestros sentimientos" y existe un esfuerzo "indescriptible por mantener una tradición y por amarla" señaló el sábado en el auditorio de Afundación de Vigo el arquitecto Francisco Somoza durante su pregón de la Semana Santa de Zamora, organizado por la Casa de Zamora en la ciudad gallega.

Homenaje a Vigo

El orador proclamó que "Zamora es una de las ciudades más bonitas del mundo" para, tras agradecer su designación a los responsables del colectivo que mantienen vivo el vínculo con su origen zamorano, atestiguó que para él Vigo "es una ciudad especial" con la que tiene vínculos desde su niñez. "Es la ciudad que he aprendido a conocer y a amar gracias a Domingo Villar (...)". También tuvo palabras para la familia Regojo que "representa el símbolo de unión y amistad entre las dos ciudades".

En su intervención, que contó con la presencia de autoridades provinciales como el subdelegado del Gobierno Ángel Blanco o el diputado de Bienestar Social Ramiro Silva o la presidenta de la Junta pro Semana Santa Isabel García, el sanabrés confesó que sus primeras vivencias de la celebración zamorana son de adulto. "Mis primeros recuerdos son abstractos, fuego, oscuridad, rostros ocultos entre sombras nocturnas..." en una ciudad donde "todo se paraliza, solo la naturaleza parece seguir su curso".

El arquitecto, que ilustró sus palabras con más de 150 acuarelas de Vigo, Zamora y la Pasión zamorana, apostó por un recorrido cronológico por los días de la Pasión en los que citó desde los desfiles hasta actos como el descendimiento del Cristo de las Injurias.

Imagineros y artesanos

El pregonero defendió que "se puede morir por una idea, pero nunca matar por ella", recurrió a versos de poetas como Hilario Tundidor, García Calvo o Claudio Rodríguez sin pasar por alto al historiador del arte Gómez Moreno. En su alocución también reservó unos minutos para glosar las extraordinarias obras de Benlliure, Álvarez, Trapero, Coomonte, Pérez Calvo o Flecha, entre otros, sin olvidar a Alito o Larry "imagineros y artesanos sin los que nada sería igual".

La música

También rindió tributo a la música, pues las "bandas inundan la ciudad con sus marchas que son himnos durante estos días", dijo al tiempo que subrayó que "la aceptación de nuestra realidad no sea igual a resignación, que el silencio y el reconocimiento de nuestro carácter sean los puntos de partida para lograr que nuestra sociedad más próspera".

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