Nueve artistas con distintas propuestas creativas, pero siempre con la figuración como bandera tienen presencia en la exposición que, hasta el próximo 27 de agosto, acoge la única galería de arte existente en la ciudad.
El galerista Ángel Almeida comparte con el público aficionado al arte y con los muchos turistas casi una treintena de obras, entre pintura y escultura, efectuadas por algunos de los artistas más significativos que integran la nómina de la sala que regenta y que cuenta con exposiciones durante todo el año.
La muestra bautizada como “Fondo de arte” dedica especial atención a dos creadores zamoranos ya desaparecidos, Fernando Pennetier y Castilviejo.
Del primero puede contemplarse un pequeño anticipo en la primera zona de la galería, aunque el grueso de las piezas que hiciera el zamorano, fallecido el pasado mes de marzo en Madrid donde residía desde hacía muchos años, se ubican en el último ámbito de la galería consagrada a él a modo de homenaje.
En esa zona de la muestra se exhibe desde un ecce homo, sus singulares desnudos femeninos, donde evidencia su gran dominio del dibujo, e incluso algún paisaje y tres bodegones, una de las temáticas a las que siempre regresaba. Una serie de obras, casi hipnóticas, marcadas por su paleta muy concreta, su tenebrismo de verdes y grises muy oscuros, unas tonalidades muy concretas y definitorias en sus fondos.
“He querido mostrar obra de Fernando Pennetier, a quien yo estimaba mucho, y mostrando su obra tributarle un homenaje”, explica el galería Ángel Almeida ante varias de las piezas del autor .
Una obra de José María García Fernández, conocido artísticamente como Castilviejo, de gran formato invita desde la calle a dar el paso y acceder a la galería de arte. En un primer ámbito de la misma pueden verse tres obras más que hiciera este artista, un lienzo de dos músicos, un grabado de un hombre con azada y su traslación a óleo sobre cartón.
Estas obras “todas catalogadas y hasta ahora nunca expuestas” comparten protagonismo con dos piezas de López Herrera, un artista madrileño que tiene como una de sus señas de identidad la presencia de mujeres casi oníricas en sus cuadros, donde también hace un guiño a los museos y a los autores clásicos.
El primer ámbito de la galería de arte alberga también un cuadro de gran formato realizado por el pintor Juan Gil, uno de sus singulares bodegones protagonizados por juguetes donde también sitúa cables en una vuelta de tuerca a esta temática.
La escultura tiene representación en la exposición a través de la creación del escultor Javier Rodanés. El artista exhibe cuadro piezas, en dos ellas la peana forma parte de la propia escultura, mientras que en las otras dos, de menor tamaño e inéditas, en bronce y hierro patinado alumbra un torero o una mujer.
Dos obras de Cuasante, quien estos días tiene una amplia exposición en la sala de la Salina de Salamanca, también tiene cabida en la colectiva. Se trata de dos interiores de la serie rojos, donde se descubre la amplísima gama de tonalidades de este color que el artista es captar de lograr para conseguir zonas de claridad y sombras en cada cuadro.
La exposición colectiva “Fondo de arte” se completa con otra obra de Pepe Baena, un gaditano, cercano a Antonio López, que aporta un bodegón de inmortaliza su estudio de arte. Además, la muestra cuenta con dos obras de Enrique Reche, dos bodegones protagonizados por ciruelas en óleo sobre lienzo y que han podido verse con anterioridad en una colectiva de Miranda de Douro; y también con una gran obra de Salvador Montó, un paisaje urbano de Nueva York, así como otro de Madrid.
