Quien pensara que la Tercera División iba a ser un camino de rosas para el Zamora CF se equivocaba, y mucho. Ayer el equipo zamorano probó en su propia piel los sinsabores de una categoría dura en la que la calidad individual muchas veces queda en un segundo plano para dar pie a un fútbol menos brillante pero más efectivo. Sin embargo, ayer del Zamora CF no se vio ni brillo, ni efectividad y es que a pesar de que se adelantaron en el marcador en el minuto 13, con gol de David Álvarez, protagonizaron, salvo los primeros 20 minutos, el peor partido hasta el momento frente al Almazán, que llegaba como farolillo rojo y les sacó los colores en una segunda parte para olvidar, aunque de la que deberían aprender mucho para no repetir errores.

Una semana más no hubo sorpresas en el once inicial y Balta apostó por el mismo equipo ante un rival que se presentó con solo dos suplentes. Así comenzó un encuentro en el que el Zamora CF pretendía dar un paso al frente. Los rojiblancos huyeron de especulaciones y sumaron metros ante un equipo soriano que desde el inicio empleó la mayor parte de su energía en defenderse. El juego se centraba, en un 90 por ciento, en campo rival y las aproximaciones llegaban tanto en juego como a balón parado y fue precisamente de estrategia cómo el Zamora CF pudo adelantarse. Era el minuto 13 cuando Edu Ruiz se aprovechaba de una decisión arbitral y botaba una buena falta (que no lo era) a favor que tocó el portero dejando el balón muerto para que David Álvarez remachara a placer.

Por fin los jugadores veían reflejado en el marcador la superioridad que se plasmaba sobre el césped, pero hacía falta más ya que el segundo objetivo, además de la victoria, era encandilar a la afición y eso solo se podía hacer con un fútbol brillante que se fue diluyendo con el paso de los minutos hasta desaparecer por completo. Enfrente, la única llegada soriana había llegado con un centro chut de Gonzalo que apenas inquietó a Miguel pero los de Rubén Puente no habían dicho la última palabra. A pesar de la ventaja mínima en el marcador Balta pedía concentración a los suyos y es que desde el gol de David Álvarez el juego local se había enfriado mientras que el Almazán despertaba y rondaba la portería zamorana. Eran los peores minutos y las dudas aparecieron en defensa, tanto que Miguel tuvo que esforzarse para evitar de puños un autogol al despejar un balón. Era necesario desatascar y volver a coger la batuta del duelo para dejar de sufrir como se estaba haciendo y es que los visitantes empezaban a ser demasiado protagonistas en el Ruta de la Plata. Un gol anulado a Coque y un nuevo disparo del salmantino parecieron devolver los galones a los zamoranos pero cierto es que la llegada al descanso se necesitaba para recomponer ideas y mejorar en el espectáculo que se estaba ofreciendo que después del gol había sido demasiado pobre.

Con la reanudación no se vio a un mejor Zamora CF aunque sí es cierto que el equipo trató durante los primeros cinco minutos de trenzar jugadas y mostrar su fútbol pero seguía costando un mundo con un juego embarullado y sin profundidad. Pasaba el tiempo y el Zamora continuaba sin pasar de los tres cuartos de campo hasta que Coque lo intentó, tras un buen pase de Rubén Moreno, aunque el balón se fue fuera. La imagen de los rojiblancos empeoraba cada minuto ante un rival que no había sumado ni un punto hasta el momento y viendo que la frescura en ataque seguía sin aparecer, comenzaron los cambios en el cuadro local y Balta dio paso a Nata para tratar de dar más verticalidad al equipo. Sin embargo, los planes no funcionaron y tanto rondaba el Almazán que al final, en un error, Carlos Valverde anotaba en propia puerta cuando trataba de despejar el peligro. El nerviosismo era tal que en una nueva aproximación del Almazán, cuatro minutos después, Miguel cometió penalti sobre Altelarrea que Gonzalo convirtió en el 1-2 para dar la vuelta al marcador en un abrir y cerrar de ojos.

La tensión se mascaba y viendo que el partido se le iba, Balta siguió moviendo fichas y sumó artillería con Aarón y Nacho Huertas, pero apenas se probaba al portero visitante y el público se empezaba a desesperar. Hubo que esperar hasta el tiempo de añadido para ver el pundonor zamorano. Primero con una falta que botó Moreira y remató Valverde, que dio en un defensa (con posible penalti por mano), e instantes después en un córner que Juanan enganchó y estrelló contra el larguero. Al final una derrota por deméritos propios con la que se demuestra que el equipo tiene que dar mucho más para cumplir los objetivos marcados esta temporada. Próxima estación, Villaralbo.