¿Qué ocurrió entre las 17.15 y l9.00 horas de ese fatídico 16 de diciembre?; ¿alguien la acompañaba en el instante en que una bala atravesó su sien?; ¿qué motivos tendría para quitarse la vida Cristina Mateos Riego?; ¿pudo acabar otra persona con su vida?... Las preguntas atormentan a la madre de esta joven policía nacional zamorana desde la misma madrugada del 17 de diciembre. A las 2.30 horas recibía la peor de las noticias: su hija de 32 años apareció muerta de un disparo en la cabeza.