Agentes de la Guardia Civil y de la Delegación Territorial de Salud y Consumo de Sevilla han incautado más de 50.000 kilos de jamones y paletas de cerdo localizados en dos almacenes clandestinos situados en Alcalá de Guadaira y Dos Hermanas, en Sevilla.

En las naves los agentes han hallado cámaras de congelación en tan mal estado que había columnas de hielo que unían el techo de las cámaras con el suelo. Algunos jamones estaban totalmente cubiertos de moho o con gusanos. Los investigados contaban con puestos de "lavado de cara" donde los jamones primero eran lavados con agua a presión o quemados para que aflorara la grasa. Después se les aplicaba una mezcla de aceite de semillas y carbón vegetal para mejorar su aspecto de producto "pata negra".

Bidones de acaricida para evitar insectos

También se han localizado bidones de acaricida, que se aplicaba para evitar insectos. Cuando la pieza entera no reunía los mínimos requisitos, la usaban para comercializarla cortada en lonchas o en bolsas de tacos. Además de unas condiciones higiénico-sanitarias lamentables, el etiquetado de estos productos estaba falsificado, manipulando fechas de caducidad y loteados.

En ocasiones, el número de registro sanitario que se estaba usando no existía y el certificado de calidad de los ibéricos se había copiado a otro operador. Las labores de investigación han llevado a los agentes hasta empresas domiciliadas en Sevilla, Cáceres, Valencia, Salamanca o Madrid, siendo algunas estas empresas investigadas como cómplices en la trama, y otras como víctimas de una gran estafa.