Elier Ballesteros, un pregonero "de pura raza" en Toro

El empresario abre las fiestas con un emotivo pregón, durante el que propuso crear la "Marca Toro" para los productos agroalimentarios de la tierra

En su discurso festivo también aludió a la importancia del proyecto de reapertura de Monte la Reina para el futuro de la ciudad

El pregonero, de pie, recuerda sus vivencias relacionadas con las fiestas.  | M. J. C.

El pregonero, de pie, recuerda sus vivencias relacionadas con las fiestas. | M. J. C. / María Jesús Cachazo

El empresario toresano, Elier Ballesteros, ha sido el encargado de inaugurar este año las fiestas de San Agustín con un emotivo pregón aderezado con dosis de humor, reivindicativos mensajes e ideas que pueden contribuir al desarrollo de Toro.

Visiblemente emocionado, reconoció que para un toresano que ha nacido y crecido en la ciudad no es sencillo pregonar las fiestas, pero su elección ha coincidido con un momento dulce en su vida, ya que ha cumplido medio siglo de vida.

Ballesteros dedicó las primeras líneas del discurso a rememorar vivencias de su infancia relacionadas con las fiestas, como cuando pegaba papeles en las carrozas para el desfile, las abarrotadas fuentes de vino o los "caballitos".

De su juventud evocó recuerdos relacionados con los campeonatos de fútbol o los calimochos en la Glorieta para intentar "ligar con alguna guapa toresana", en una época en la que no existían los móviles, pero en la que la comunicación era perfecta. Como otros muchos vecinos, disfrutó de los discobares que existieron en Toro y en los que pasaba la noche hasta "empalmar" con el encierro, el motocross, el almuerzo y "algún que otro sueñico".

De su juventud evocó recuerdos relacionados con los campeonatos de fútbol o los calimochos en la Glorieta para intentar "ligar con alguna guapa toresana", en una época en la que no existían los móviles, pero en la que la comunicación era perfecta. Como otros muchos vecinos, disfrutó de los discobares que existieron en Toro y en los que pasaba la noche hasta "empalmar" con el encierro, el motocross, el almuerzo y "algún que otro sueñico".

No olvidó el pregonero recordar a "Los Lolailos", la primera peña de la que formó parte con amigos "para toda la vida" y, a renglón seguido, felicitó a "Abre el ojo", por su 25 aniversario.

"Noches de Toro"

De su juventud, también rememoró "Las Noches de Toro", en las que ofrecieron conciertos algunos de los mejores grupos del país, iniciativa que, en su opinión, podría recuperarse porque sería positiva para la ciudad.

Tras contraer matrimonio y ser padre, cambió su forma de disfrutar las fiestas y evocó los desfiles de carrozas en los que participaron sus hijas o la obligada visita a la churrería "La Toresana", gestionada por "gente trabajadora y comprometida con los toresanos". Acto seguido, repasó los vermús con vino y tapas elaboradas por el Catayo, el señor Juanito o Emilio, profesionales de gran nivel en la hostelería local.

De pura raza toresana

De pura raza toresana / María Jesús Cachazo

Desde la humildad, expuso su opinión sobre Toro que, como resaltó, "es una ciudad y no un pueblo", con un gran potencial por su patrimonio, su turismo o por su gastronomía, al margen de otros recursos como la vega, el Duero, sus agricultores o empresas. De hecho, en un reciente paseo a caballo con su amigo Jandri "Cañero", plantearon la idea de crear la "Marca Toro" para aportar un sello de calidad a productos agroalimentarios de la tierra.

Para el pregonero "Toro tiene presente y futuro" y, por este motivo, animó a los jóvenes que estudian fuera a que regresen a la ciudad para trabajar o emprender. En este punto, ensalzó al joven, Josué Bermejo, que, con su furgoneta, viaja por toda la región para vender sus productos "Almibar", pero que sigue residiendo en Toro.

Reconoció el pregonero que la ciudad necesita locales de ocio, de hostelería, agricultores y trabajadores preparados, aunque también matizó que los emprendedores precisan la ayuda de las administraciones. Ballesteros aludió en su discurso a Monte la Reina, un proyecto que puede beneficiar a Toro, porque se espera la llegada de 1.500 familias que hay que "intentar que se instalen en nuestra ciudad".

El pregonero también instó a los toresanos a que tengan "cuidado" con las redes sociales, porque los comentarios negativos perjudican a Toro y "nos hacen daño a todos". Además, pidió a los políticos toresanos que remen en la misma dirección y que no pierdan el tiempo en "peleas inútiles".

Ballesteros cerró su alocución con dos dedicatorias muy especiales dirigidas a su suegra Chelo y a su padre, Elier, del que matizó que "este pregón le tocaba a él", porque fue uno de los mejores embajadores de Toro.

Autoridades y vecinos siguen con atención la lectura del pregón

Autoridades y vecinos siguen con atención la lectura del pregón / MARIA JESUS CACHAZO

El alcalde de Toro, Rafael González, fue el encargado de cerrar el acto de pregón con un breve discurso, en el que recordó que las fiestas de Toro acumulan casi 900 años de historia y que, con el paso del tiempo, se han convertido en un referente en toda la geografía nacional.

Además, repasó vivencias personales con el pregonero de la época en la que ambos jugaban al baloncesto y resaltó que es un persona muy trabajadora y honesta. González mostró su sentido del humor al referirse a la chaqueta que luce en la fotografía del programa de fiestas, de la que aclaró que "no es el hule de casa".

Por último, lanzó un mensaje a los toresanos, a los que pidió que disfruten de las fiestas, y les agradeció que le hayan brindado la oportunidad de ser su alcalde.

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