El agua de Toro, más cerca de ser apta para su consumo

El Ayuntamiento confirma que con la planta potabilizadora se ha reducido el nivel de arsénico, rebaja que deberán confirmar los análisis de Sanidad

Un vecino llena una garrafa en una potabilzadora portátil de Toro

Un vecino llena una garrafa en una potabilzadora portátil de Toro / MARIA JESUS CACHAZO

El Ayuntamiento espera levantar en los próximos días la prohibición de consumir agua del grifo, ya que tan solo resta que la Junta corrobore con los análisis de Sanidad el descenso de los índices de arsénico.

El alcalde, Rafael González, confirmó que, tras la puesta en funcionamiento de la planta potabilizadora instalada junto al depósito de las eras de Santa Catalina, los análisis realizados por la empresa concesionaria del servicio municipal de agua reflejan "datos positivos", en el sentido de que ha descendido el nivel de arsénico por debajo del límite establecido por ley, fijado en 10 microgramos por litro, por lo que ya se ha remitido a la Junta el "visto bueno" de Acciona.

En este punto, el alcalde reveló que los análisis realizados arrojan unos resultados sobre el nivel de arsénico que rebasan ligeramente los 5 microgramos por litro, rebaja que ahora debe certificar Sanidad con sus propias pruebas.

Reconoció González que se ha puesto en contacto con la Junta para que, en la medida de lo posible, Sanidad agilice la realización de sus análisis, con el fin de poder levantar en la mayor brevedad posible la prohibición de ingerir agua del grifo.

Por otra parte, el alcalde subrayó que ya se han realizado las pruebas sobre el funcionamiento de la nueva planta potabilizadora, así como los análisis del agua tratada y confía en que los que realice Sanidad, la autoridad competente en la materia, reflejen también la reducción del nivel de arsénico para subsanar, más de seis meses después, el problema de contaminación que obligó a prohibir el consumo del agua de la red municipal de abastecimiento.

Medidas provisionales

Desde el 7 de diciembre de 2022, los toresanos tienen que convivir con un problema que ha trastocado su rutina cotidiana, al igual que la de empresas o de negocios, al no poder consumir agua del grifo ni poder emplearla para cocinar o para lavar alimentos.

Como solución provisional, el Ayuntamiento instaló en distintos puntos de la ciudad plantas potabilizadoras portátiles que los toresanos utilizan para recoger agua en garrafas, con plenas garantías de salubridad.

Además, puso en marcha un servicio de reparto de agua a domicilio para personas de avanzada edad y con movilidad reducida. De forma paralela a la activación de medidas provisionales, el Ayuntamiento de Toro, en colaboración con la Diputación, encargó la fabricación de una planta potabilizadora que, a finales de mayo, comenzó a instalarse junto al depósito de las eras de Santa Catalina.

Depósitos de filtración

La solución técnica adoptada para resolver el problema de contaminación del agua es una planta de tratamiento dotada de unos depósitos que filtran el agua. Así, el agua captada del sondeo pasa a varios depósitos filtrantes y, posteriormente, se canaliza hasta los semienterrados, desde los que se conduce al elevado para su posterior distribución a hogares, empresas y negocios de Toro.

El coste de la planta potabilizadora asciende a 420.000 euros, de los que la Diputación aporta 100.000, la misma cantidad que el Ayuntamiento, y los 240.000 euros restantes serán sufragados por la empresa concesionaria del servicio municipal de agua. El origen de la contaminación del agua en Toro es la sobreexplotación del acuífero "Los Arenales", del que se capta el agua para abastecer al municipio.

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