Con dolor y profunda tristeza, Toro ha despedido al matrimonio de septuagenarios que el domingo falleció en el incendio de su vivienda, en la carretera de la Estación.

Sus tres hijos, familiares y amigos han dado el último adiós al ex boxeador, Francisco San José, y a su esposa, Áurea Marbán, en el cementerio municipal, en un día gris y lluvioso marcado por su inolvidable recuerdo, ya que dejan un profundo vacío en una ciudad abatida por el trágico desenlace del incendio y la impotencia de no haber podido ayudar a dos personas muy queridas, por su simpatía y su carácter afable.

Familiares y amigos reciben a los fallecidos en la puerta del cementerio de Toro M. J. C.

El cariño que muchos toresanos sentían por la pareja se refleja en los numerosos mensajes de condolencia divulgados en las redes sociales, desde que se conociera el trágico desenlace del incendio. El propio alcalde, Tomás del Bien, ha lamentado la pérdida de dos personas a las que “nunca olvidaremos” por su “bondad y simpatía”.

En un día triste, muy triste, Toro despidió ayer a dos vecinos que, este martes también serán recordados por Testigos de Jehová durante una reunión virtual.

Precisamente, el matrimonio mantenía el domingo una videollamada con otros “hermanos” cuando se declaró el incendio en su vivienda y, aunque vecinos de la carretera de la Estación en primera instancia y, posteriormente los bomberos de Toro trataron de auxiliar a la pareja, nada pudieron hacer para salvar la vida de Francisco y Áurea, cuyos restos mortales ya reposan en el cementerio municipal.