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El impuesto del azúcar afecta a 400 trabajadores toresanos en plena campaña

La Alianza COAG-UPA se manifiesta el 3 de marzo en Valladolid contra la medida del Gobierno y los precios del cereal

El impuesto del azúcar afecta a 400 trabajadores toresanos en plena campañaFoto L. O. Z.

El sector azucarero español se mantiene en pie de guerra contra el impuesto impulsado por el Gobierno para gravar las medidas azucaradas. El pasado sábado fueron medio millar de personas, entre agricultores, vecinos y trabajadores de la azucarera, de la Bañeza (León) los que salieron a las calles para denunciar lo que a su juicio es "un golpe al sector azucarero y remolachero".

Por su parte, desde Toro, Fernando García, responsable del sector remolachero de COAG anuncia que el día 3 de marzo se ha convocado una manifestación en Valladolid por parte de la alianza UPA-COAG para protestar por el impuesto al azúcar y los precios actuales del cereal.

García considera que el impuesto no solo es perjudicial en términos monetarios, sino que además "demoniza" al producto, "afectando a las azucareras y a los cultivadores de remolacha". El responsable de COAG considera que todo es una campaña interesada auspiciada "desde las grandes multinacionales de caña de azúcar para hacerse con la totalidad del mercado". Fernando García duda sobre la eficacia de la medida para luchar contra la obesidad y considera que un alimento no es bueno o malo per sé, sino que "depende del uso que se le dé".

Asimismo, el responsable del sector remolachero considera que "hay otros productos alimenticios más dañinos a los cuales no se les grava con ningún impuesto" y que "ahora interesa hablar mal del azúcar". En esta misma línea ya se pronunció el sector remolachero azucarero -formado por Agfae, Azucarera, Acor, Asaja, Coag, UPA y la Confederación Nacional de Cultivadores de Remolacha- en un comunicado a principios de diciembre en el que denunciaban que la medida y su eficacia para promover una alimentación saludable no está demostrada.

El principal miedo que surge a raíz del nuevo gravamen es cómo va a afectar a los asalariados de las fábricas y a los pequeños cultivadores dependientes de las grandes empresas del sector. En Toro hay unas 400 personas dependientes del azúcar en plena campaña remolachera y el resto del año son unos 100 trabajadores cuyo medio de vida está relacionado directamente de este alimento. García considera que "esta medida podría ser la puntilla a una ciudad tan dañada por la despoblación como Toro".

El Ayuntamiento apoyó de forma unánime, hace dos semanas, una moción en apoyo al sector remolachero y en contra de la imposición de un impuesto a las bebidas azucaradas. Esta decisión institucional ha sido recibida como "muy positiva" entre los cultivadores de remolacha, pero también les gustaría que se pronunciaran en otros aspectos que sufren durante su día a día.

García destaca que "el impuesto es solo uno de sus muchos problemas"; las relaciones con la dirección de Azucarera de Toro no son las "más optimas durante estos últimos años". Desde la organización agraria lamentan que el trato recibido por los agricultores no siempre es "el mejor posible" y advierten que los trabajadores están "hartos de estar enfadados". Desde COAG piden aunar esfuerzos: "ellos necesitan ampliar la producción para ser competitivos y eso pasa por mejorar el trato y las hectáreas de siembra para los agricultores".

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