¿Quiénes son los Barandales de Zamora tras la muerte de Nicanor?

Jonathan Rodríguez se incorpora este año a tocar las esquilas junto a Alfredo Toledo, Jesús «Suso» Rodríguez y Roberto «Rodax»

Jesús Rodríguez Asensio, «Suso», este año en el Traslado del Nazareno, en el puente de los Poetas. | Ana Burrieza

Jesús Rodríguez Asensio, «Suso», este año en el Traslado del Nazareno, en el puente de los Poetas. | Ana Burrieza / Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

La Semana Santa de Zamora estrena un nuevo Barandales, en la figura de Jonathan Rodríguez García, de 37 años, que en esta Semana Santa (si el tiempo no lo impide) precederá a los hermanos y las hermanas de Nuestra Madre de las Angustias en la noche del Viernes Santo.

La ausencia de Nicanor Fernández, que se podría considerar el último barandales «oficial» de la Semana Santa de Zamora, fallecido el pasado año, ha abierto la puerta a Jonathan, que se metió en el papel casi por casualidad. «El secretario de la Cofradía, «Luisfer», (Luis Fernando García) me dijo, prueba las campanas. Estuve dos minutos y pico tocando y lo pasé como un niño pequeño. Y me dijo, ya eres el Barandales».

Jonathan Rodríguez. | Cedida

Jonathan Rodríguez. | Cedida / Carlos Gil Andrés

Elige el aparcamiento de la Ciudad Deportiva como zona de entrenamiento durante entre hora y hora y media diarias. Lleva las campanas de San Vicente, que vienen a pesar sobre cuatro kilos cada esquila. Lo que más sufre, los brazos, aunque también las muñecas a medida que pasa el tiempo. Asegura sentirse cómodo con el traje de barandales de Nuestra Madre: «Es de terciopelo y abriga bastante».

El Barandales es uno de los iconos más singulares y únicos de la Semana Santa de Zamora representado por un hombre, siempre el mismo en todas las cofradías. Durante más de veinte años esta misión fue llevada a cabo por Alberto Villacorta Rubio hasta su fallecimiento en el año 2011. Pero alguna cofradía ya empezó a introducir su propio Barandales y a raíz de la enfermedad y el fallecimiento de Villacorta, esta figura fue encarnada por distintas personas.

Es cierto que el más representativo de este periodo fue Nicanor Fernández, fallecido el pasado año, que salía en la mayor parte de las procesiones, si bien se fueron incorporando otros.

El más antiguo ahora mismo es Alfredo Toledo, que lleva 14 años como Barandales de la Tercera Caída. Se apuntó cuando se enteró de que Alberto Villacorta ya estaba cansado y se preveía que haría falta un relevo a medio plazo. La cofradía estaba pensando en un hermano como nuevo Barandales y ahí se presentó Alfredo quien, al contrario que el resto de Barandales, no entrena. «Me lo dijeron el domingo y el Lunes fue la primera vez que las toqué en la procesión a la salida de la iglesia». Eso sí, hace ejercicio de manos y brazos, «con las mancuernas» para mantenerse en forma y llevar con elegancia las esquilas que calcula pueden pesar en torno a dos kilos.

Alfredo Toledo, en una salida procesional con la Tercera Caída | Archivo

Alfredo Toledo, en una salida procesional con la Tercera Caída | Archivo / Carlos Gil Andrés

Siempre tuvo ilusión por convertirse en Barandales, aunque como suele ser tradición en la Semana Santa de Zamora, no se plantea competencia directa por ninguno de estos puestos y si la plaza está cubierta toca esperar a que quede vacante. Con 65 años es, también, el mayor de los Barandales de Zamora.

Jesús Rodríguez Asensio «Suso» tiene 61 años y empezó a ejercer de Barandales cuando hizo falta alguien para suplir a Alberto Villacorta, ya enfermo, en el Santo Entierro. «Me lo ofrecieron, probé, me gustó y ahí sigo». Posteriormente añadió más cofradías y hace el Traslado, Jesús del Vía Crucis y la Esperanza. Su lugar de entrenamiento es la zona del Cristo de Valderrey y lo hace con las campanas del Santo Entierro, que pesa más de cuatro kilos cada una. «No hace falta ninguna técnica especial, el secreto es entrenar».

Roberto González «Rodax» en la fiesta de la Santa Cruz de la Cofradía de la Vera Cruz. | Ana Burrieza

Roberto González «Rodax» en la fiesta de la Santa Cruz de la Cofradía de la Vera Cruz. | Ana Burrieza / Carlos Gil Andrés

Roberto González, «Rodax» en los ambientes semanasanteros, tiene 44 años y siempre quiso ser Barandales, además de desempeñar otras funciones en numerosas hermandades. Le llegó la oportunidad con la Vera Cruz y ahora es también de Luz y Vida. «Rodax» también entrena, en las afueras del cementerio, con unas esquilas que pesan en torno a los dos kilos y medio. Todos los Barandales de Zamora se llevan bien, incluso «Rodax» admite haber aprendido mucho de «Suso».

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