Nueva suspensión procesional en Zamora: la Esperanza se queda en la plaza de la Catedral

Cientos de personas siguen el "paseo" que la talla de Víctor de los Ríos dio por la plaza de la seo para escuchar el canto de la Salve

VÍDEO | Las damas le cantan la Salve a la Esperanza pese a la suspensión de la procesión

A. F.

No pudo ser. Pese a que media hora antes incluso llegó a lucir tímidamente el sol, la procesión de la Virgen de la Esperanza se sumó a los desfiles suspendidos este año por la lluvia en Zamora. Sus cofrades al menos tuvieron oportunidad de ver de cerca a la madre de Jesús y su espectacular manto verde para cantarle la Salve. Ante la previsión de lluvia, que se cumplió desde diez minutos después de la hora oficial de la salida de la procesión, la directiva de la cofradía optó por suspender el desfile y, como alternativa, celebrar un acto en la plaza de la Catedral.

Aunque la lluvia cayó para hacer aún más realistas las lágrimas de la Virgen de la Esperanza esculpida por el cántabro Víctor de los Ríos, al menos no hubo aguacero ni gotas de agua con suficiente intensidad como para dañar la talla o su manto en verde y oro. A partir de las diez de la mañana comenzaron a salir las mujeres cofrades vestidas de luto con su abrigo negro, su peineta y su mantilla, la tulipa y el medallón de cadena de color verde.

Después salieron los cofrades de caperuz, con la túnica de raso y el capirote de color blanco y la capa verde esperanza. Más tarde llegaron los estandartes y la cruz guía y, por último, lo más esperado entre los cientos de personas que se dieron cita como público en la plaza de la seo: el paso de la Virgen de la Esperanza, que enfiló su recorrido saliendo de la Catedral por la puerta principal al ritmo del himno nacional.

El paso recorrió a ritmo pausado el trayecto del atrio y después dio la vuelta a la plaza de la Catedral hasta quedar mirando a las damas y los cofrades para que le cantaran la Salve.

Habían pasado casi tres cuartos de hora de la diez cuando comenzó a entonarse el "Dios te salve, reina y madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva...". Testigos del cántico y de todo el acto junto a la seo fueron el obispo de Zamora, Fernando Valera; y el nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza, quien comprobó la devoción con la que en Zamora se venera a la Esperanza, incluso cuando llueve.

Finalizado el cántico, la virgen de la corona de plata y el rosario en una mano y el pañuelo en la otra, regresó, de nuevo a ritmo pausado, a la Catedral, con la entonación del himno nacional para marcar su entrada en la seo y el final del acto que de forma descafeinada sustituyó al desfile de la mañana del Jueves Santo de Zamora. Menos es nada, al menos damas y cofrades pudieron acompañar a la Virgen de la Esperanza en su corto paseo por los alrededores de la que es su casa, la Catedral de Zamora. Ahora, a esperar con esperanza al 2025.

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