Opinión

Un pitbull en la Puerta del Sol

CARTAS

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"Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra que mala" (Albert Camus).

La reflexión de Camus es algo inentendible para un espécimen canino tan agresivo, con rostro humano, tal que el director de Gabinete de Presidencia de la Comunidad de Madrid. Sus víctimas preferidas son periodistas, que ejercen con probidad la libertad de prensa. Fundamentalmente, aquella prensa que no mama del erario público, del que sí vive este canino. Ya en tiempos del gobierno de Aznar, era muy dado a insultar y amenazar a periodistas. Menos mal, que el entonces presidente aceptó, sin dilaciones, su necesaria dimisión, sin llegar al cese. Creaba una mala imagen para su gobierno y su partido político.

¿Por qué fue repescado por la presidenta de la Comunidad de Madrid? A mí no me cabe duda que la respuesta está en la personalidad de la misma presidenta. Leía yo días atrás la obra del neurólogo y político británico, Lord David Owen, "En el poder y en la enfermedad" (Ed. Siruela, 2ª, 2023), en la que estudiaba el "Síndrome de Hubris". Este síndrome se caracteriza por generar un ego desmedido, una personalidad exagerada, pluralidad de actos excéntricos, y un total desprecio a las opiniones ajenas. Suelen no escuchar, pecan de imprudentes y de no consultar, creyendo que sus ideas son infalibles. Si llegara el caso de que esas ideas son erróneas, jamás lo reconoce y se mantienen inequívocamente en sus trece.

Advierte Owen que "las presiones y la responsabilidad que conlleva el poder termina afectando a la mente". Por ello recomendaba que "todos los políticos deberían someterse a un chequeo médico anual e independiente". El autor describe cinco fases por las discurren las personas que padecen, progresivamente, este síndrome: autoconfianza, halagos, arrogancia, paranoia y caída en desgracia. La personalidad de esta política madrileña, dado su triunfo electoral por mayoría absoluta, se encuentra en la fase intermedia: arrogancia, al considerarse indispensable; y la paranoia, cree que la critican movidos por la envidia ajena, lo que la lleva a rechazar las criticas, y quienes las hacen son considerados como enemigos personales.

Mal horizonte profiláctico la espera si se sigue asesorando por un pitbull. Tome para sí, presidenta de Madrid, que dice defender tanto la libertad, las palabras de un gran expresidente norteamericano, Thomas Jefferson: "Nuestra libertad depende de la libertad de prensa, la cual no puede ser limitada, pues se perdería". Y ya que le gusta la fruta, a veces es necesario sacudir el árbol de la amistad para derribar la fruta podrida.

Abelardo Lorenzo

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